El XXVII Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano abrió las puertas de todos los cines de La Habana para que los realizadores del continente presenten sus obras ante el jurado y el público cubano.
"Creo que es un buen año de cine latinoamericano", expresó a la BBC el director del festival y agregó que en el evento "participan 592 filmes entre cortos, largos, mediometrajes, documentales y animados".
Además, durante el Festival se desarrollaran 11 muestras paralelas que el público agradece, entre las que destacan las de cine español, francés, italiano, alemán, suizo y de latinos de los Estados Unidos.
Iván Giraud calcula que habrá una gran afluencia de gente. Esperan diariamente "llegar a alrededor de 50 mil espectadores" durante los 10 días que dura este evento cultural, el más masivo de Cuba.
Participarán este año realizadores de 12 países, 86 películas optan por el gran premio, entre ellas 19 largometrajes de ficción, siendo la más importante por su número la producción de la Argentina.
Fervor popular
Entre los filmes más destacados están "Iluminados por el fuego" de Tristan Bauer -película que inauguró el Festival-, "Barrio Cuba" de Humberto Solas y la brasileña "La mala hora" de Ruy Guerra.
Sin embargo, una de las más esperadas por el público cubano es la española "Habana Blues" de Benito Zambrano, un filme sobre la emigración de los jóvenes cubanos que no se pudo ver en la isla.
Zambrano toca el tema de los jóvenes artistas cubanos que buscan la salida del país como forma de realizarse profesionalmente y la explotación a la que son sometidos por los productores extranjeros.
Ya los cines están abarrotados de público, las colas son enormes y decenas de policías fueron destacados en las salas para tratar de mantener en orden a cientos de espectadores que pugnan por entrar a como de lugar.
"Depende del tiempo pero por lo menos unas 10 películas yo pienso ver"
Sin lugar a dudas es una pasión para los cubanos, una pasión que solo se ve satisfecha durante el festival dado que el resto del año, por problemas de tipo económico, hay muy poca programación de cine.
Además, y aunque parezca paradójico, la mayoría de las proyecciones son de películas estadounidenses dado que es el único país al que Cuba no tiene que pagarle derecho de autor por su exhibición pública.
Vacaciones
Económicamente para el país, el Festival de cine es un desastre dada la cantidad de personas que dejan de asistir al trabajo, sea porque piden vacaciones, "se enferman", o simplemente faltan sin aviso.
La doctora Aurora Castellanos cerró este miércoles antes su consulta para poder asistir a ver un filme. "Depende del tiempo pero por lo menos unas 10 películas yo pienso ver", dijo a la BBC mientras entraba al cine.
El farmacéutico Luis Manuel Quintanilla resultó mucho más decidido. "Yo cojo vacaciones durante el Festival, cada vez que viene el Festival yo tomo vacaciones durante la primera semana de diciembre".
El Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano ha logrado convertirse en el evento cultural más popular de cuantos ocurren en Cuba y así lo atestiguan el medio millón de espectadores que participan cada año.