En otro fin de semana de violencia, una serie de explosiones sacudieron a la capital iraquí, Bagdad, dejando decenas de muertos, heridos y cuantiosas pérdidas materiales.
En el peor incidente, por lo menos cuarenta personas murieron luego del atentado de un atacante suicida en la entrada de un centro de educación superior.
"Hubo una explosión. No sentí nada por 15 minutos y cuando recuperé la conciencia estaba en un hospital", dijo Muhanad Nasir, un estudiante de 22 años, según la agencia de noticias Associated Press.
Informes desde Irak aseguran que la mayor parte de las víctimas son estudiantes.
Víctimas
El instituto forma parte de la Universidad de Al-Mustansiriyah en el este de la capital, y ya en el pasado ha sido objetivo de ataques.
En enero, más de cien estudiantes fallecieron tras ataques con bomba en el edificio principal de la universidad.
"Hubo una explosión. No sentí nada por 15 minutos y cuando recuperé la conciencia estaba en un hospital"
Corresponsales de la BBC en Bagdad señalan que la universidad es controlada por una milicia chiita conocida como el Ejército de Mahdi, y que la última explosión fue un ataque con motivaciones sectarias.
Por lo menos una persona murió y otras diez personas resultaron heridas en otros incidentes en la ciudad, uno cerca de la embajada iraní.
La policía iraquí sin embargo asegura que la instalación diplomática no era el objetivo del ataque.
Autoridades de las fuerzas de seguridad iraquí dijeron que el camión-bomba detonado en una mezquita sunita, al oeste de Bagdad, el sábado, dejó por lo menos 52 muertos, 10 más de los reportados después del incidente.
Previo al ataque, el primer ministro iraquí, Nouri Al-Maliki, destacó que el nuevo plan de seguridad para Bagdad, puesto en práctica hace un poco más de una semana, y apoyado por EE.UU., estaba arrojando resultados positivos y reduciendo la violencia sectaria.