La ciudad está cubierta de una nube gruesa de smog y el ministerio de Salud informó que más de mil personas han sido hospitalizadas debido a que padecen ataques cardíacos o problemas respiratorios como resultado de la contaminación.
Las oficinas gubernamentales y los colegios fueron cerrados por dos días la semana pasada con el objetivo de limitar el tráfico, pero según la corresponsal de la BBC en Teherán, Frances Harrison, la estrategia no parece haber rendido frutos.
A partir del lunes los autos sólo podrán ingresar a la zona céntrica de la ciudad en días alternativos, dependiendo de si su matrícula comienza con número par o impar.
El aire contaminado está atrapado sobre Teherán por la montañas que la rodean.
No está previsto que llueva o soplen vientos en los próximos días y el pronóstico es que el problema empeorará.
Un funcionario del ministerio de Salud iraní que lidia con la crisis describió la situación como escalofriante.