Los legisladores no aceptaron como ministro a Mohsen Tasalloti, un veterano de la industria petroquímica quien había sido blanco de rumores sobre su vida personal y a quien se le había cuestionado su lealtad a la república islámica tras especulaciones de que tenía una permiso para trabajar (green card) en Estados Unidos, el principal enemigo de Irán.
El parlamento ya había rechazado a dos candidatos previos propuestos por el mandatario iraní, por considerar que no tenían suficiente experiencia.
La votación del miércoles deja al gobierno iraní inmerso en una crisis política sin precedentes y mantiene a la deriva la política energética del segundo mayor exportador de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Ahmadinejad, quien asumió hace cinco meses, dijo tras conocerse el resultado que ningún otro gobierno desde la revolución islámica de 1979 había recibido tantos ataques.
Más problemas
Según el analista regional de la BBC, Roger Hardy, esta última disputa se suma a una serie de tensiones entre el presidente y el establecimiento político iraní.
Cuando ganó las elecciones en junio, los conservadores religiosos pensaron que consolidaría su poder frente a las facciones reformistas que habían ganado terreno bajo el gobierno anterior de Mohammed Jatamí.
Sin embargo su comportamiento ha alejado a los pragmatistas dentro del campo conservador, quienes lo acusan de querer nombrar a sus amigos en puestos claves.
También las promesas de Ahmadinejad de luchar contra la corrupción le han restado apoyo, y sus intervenciones en política exterior -en particular sus recientes llamados a que Israel sea "borrado del mapa"- han aislado aún más al país, en momentos en que ya está bajo presión internacional por su programa nuclear.
Según el analista de la BBC, no sólo el parlamento estaría buscando recortar el poder del presidente, sino que algunas figuras poderosas en Irán también estarían ansiosas por limitar el daño que ha causado en estos cortos meses de mandato.