Aquí lo único que hay es calor, polvo y suciedad. No podemos seguir así. No podemos morirnos de viejos encima de la basura

Yorones Gomes dos Santos.

Miles de personas rebuscan la basura.

Algunos se ponen guantes, pero muchos hacen sus búsquedas con las manos descubiertas.

Tienen que revisar la basura con gran rapidez, antes de que los tractores procedan a enterrarla.

Los camiones no paran: como promedio se trata de 1,8 mil toneladas de basura al día.

Un rebuscador rápido y fuerte, que trabaje todo el día, puede llegar a ganar 150 reales (cerca de US$40) a la semana, que es un buen salario comparado con lo que reciben normalmente los trabajadores no calificados.

Proyecto

Sin embargo, como promedio los rebuscadores ganan mucho menos, unos 50 reales (US$13,60) por semana, de la venta de botellas plásticas, sacos de basura, latas, piezas de computadoras, aparatos electrónicos rotos y otras sobras de la ciudad.

El gobierno quiere poner fin al basurero.

Si andan de suerte, pueden encontrar ropas, zapatos y hasta relojes o teléfonos celulares que funcionan.

Dinero real cubre la superficie del vertedero: notas viejas, falsas o con problemas que el Banco Central pica en pedacitos, como si fuera confeti.

El gobierno del distrito tiene un proyecto para poner fin al basurero, que queda al lado de las fuentes de suministro de agua a la capital. Pero los residentes se oponen.

"No queremos que cierre el basurero. Lo que queremos es mejores condiciones de trabajo, pues éste es nuestro único medio de obtener dinero para mantener a nuestras familias", dice el rebuscador Ronaldo Lima.

Acceso restringido

En la actualidad, sólo quienes pertenecen a la Asociación de Rebuscadores de Basura pueden entrar al vertedero.

Sólo los miembros de la asociación pueden entrar.

El sistema se creó a causa de los temores de Belacap, el servicio de jardinería y limpieza de Brasilia, de que una invasión al basurero causara caos a su trabajo y la basura no alcanzara para todos los rebuscadores.

El Lixão del distrito Estrutural nació con Brasilia, en 1961, y pocos años después aparecieron las primeras chozas de rebuscadores.

La colonia comenzó a conocerse con el nombre de la Ciudad de Estrutural y hoy viven unas 20.000 personas en sus 5.000 casas y chozas.

Promesas

"Necesitamos tuberías, asfalto, escuelas".

Con la llegada de las elecciones, muchos candidatos fueron al pueblecito en busca de votos, aunque no les estaba permitido entrar al basurero.

El rebuscador Claudinei Santos dijo que esperaba que se cumplieran algunas de las promesas electorales:

"La población merece mejoras. Necesitamos tuberías, asfalto, escuelas. Queremos una mejor infraestructura".

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