"La verdad es que estoy pensando en volver a mi país", me confesó en España Eva, una ex víctima de trata que lleva ya varios meses fuera de la prostitución pero que sueña con regresar a Rusia.
Después de varios años en España, Eva no consigue encontrar un buen trabajo.
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Nadie de su familia, salvo su hermana pequeña, conoce la odisea que vivió cuando fue obligada a prostituirse en un apartamento de Almería, en el sur de España.
Ahora, aunque es libre y está recuperada, no encuentra trabajo fuera de la calle. Así que está pensando en regresar.
Pero incluso si lo hace, su historia seguirá siendo un secreto.
El dilema
Son muy pocas las víctimas de trata para la explotación sexual que, una vez libres, deciden regresar a su país de origen.
En el peor de los casos, muchas consideran que vivir mal en cualquier país desarrollado es mejor que vivir mal en su lugar de origen, porque confían en que al menos tendrán más oportunidades para el futuro.
Además, después de varios años en el extranjero "regresar al hogar familiar con las manos vacías sería un fracaso", explica Lourdes Pazo, educadora del centro de apoyo a la mujer prostituida Vagalume, de Santiago de Compostela, en España.
Y desde luego "volver deportada es la mayor vergüenza", añade.
De vacaciones
Cuando pueden permitirse ir de visita a sus países, muchas veces sólo después de años de explotación sexual, la imagen que las mujeres prostituidas quieren proyectar es una de éxito.
Da igual el tormento que hayan pasado: siempre aparentan haber triunfado en el extranjero, porque reconocer que fueron engañadas y explotadas sexualmente sería un fracaso social, tanto para ellas como para sus familias.
Muchas consideran que vivir mal en un país desarrollado es mejor que regresar.
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"Hay muchas mujeres que retornan a sus países de origen sin haberse recuperado como víctimas de trata y nunca llegan a contar su situación. Es más, cuentan el gran éxito que han tenido en España", dice Rocío Mora, de la organización de apoyo a la mujer prostituida APRAMP.
Paradoja
La voz de quienes regresan es particularmente efectiva, tanto para disuadir como para captar a nuevas víctimas.
Las mujeres del entorno social y familiar de la emigrante retornada son particularmente vulnerables.
Los expertos consultados por la BBC coinciden al destacar que son muy pocas las víctimas de trata recuperadas que se involucran en tareas de prevención.
Por un lado, siempre tratan de ocultar a sus familiares y conocidos cuál era su verdadero trabajo. Por otro, una vez libres "lo que quieren es olvidar", dice Rocío Mora.
Incluso cuando tratan de disuadir a otras mujeres de que sigan sus pasos, el dinero que traen y su aspecto cuidado envían el mensaje opuesto.
Simplemente "no les creen", dice la educadora Lourdes Pazo.
Las que sí quieren regresar
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Hay muchas mujeres que retornan a sus países de origen sin haberse recuperado como víctimas de trata y nunca llegan a contar su situación
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En algunos casos sí existe una voluntad de regreso, pero la mayoría de los gobiernos de los países de origen de trata no tiene mecanismos disponibles para ayudar a las víctimas a volver, ni para prestarles apoyo en el proceso de reinserción social y laboral una vez de vuelta.
En el mejor de los casos quienes proveen esos servicios son las escasas organizaciones locales, no gubernamentales o religiosas, que abren centros de acogida para las víctimas donde les ofrecen atención psicoafectiva, alojamiento temporal y talleres de aprendizaje.
El caso ecuatoriano
Según María José Barahona, profesora de Trabajo Social de la Universidad Complutense de Madrid y experta en prostitución en España, la mayoría de las mujeres latinas que actualmente ejercen la prostitución en las calles de Madrid son ecuatorianas.
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Regresar al hogar familiar con las manos vacías sería un fracaso
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Probablemente ninguna de ellas llegue a pasar por el único centro de acogida que existe en Ecuador dedicado específicamente a las mujeres adultas víctimas de la trata con fines de explotación sexual.
Este local, habilitado recientemente por las hermanas adoratrices, en muy raras ocasiones recibe víctimas de la trata internacional, a pesar de que en las zonas de prostitución latina de Madrid abunden las mujeres ecuatorianas.
La embajada de Ecuador en Madrid constató con la BBC que las mujeres ecuatorianas que puedan haber sido víctimas de la trata para la explotación sexual en España no acuden a ninguna de las sedes de representación diplomática o consular de Ecuador para pedir ayuda.
Y si acudieran, "tampoco tendríamos los recursos para ayudarlas en ningún sentido. Lo único que podríamos hacer es canalizar su petición hacia otras organizaciones que sí las pueden ayudar".
Y es que regrear cuesta dinero.
Recientemente, la Consejería de Inmigración de Madrid creó un Programa de Retorno Voluntario de Inmigrantes.
Esta iniciativa está dirigida a inmigrantes "en estado de vulnerabilidad social" que desean volver a su país de origen y que no cuentan con los recursos económicos para hacerlo.