Los osos no logran dormir porque las temperaturas no bajan lo suficiente.
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El calentamiento global está continuamente en las noticias.
El secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, criticó esta semana a los políticos de todo el mundo por su falta de liderazgo en la materia, y todos tenemos algunas anécdotas de nuestra vida diaria para probar que hace cada vez más calor en el verano y menos frío en invierno.
Lo que nadie ha pensado es cómo todo esto está afectando a los osos de la zona occidental de Siberia, porque ellos también son víctimas del cambio climático.
Como todo el mundo sabe, los osos siberianos comen mucho en verano, hasta 180 kilos de comida, e hibernan a partir de octubre durante seis meses hasta que empieza a despuntar la primavera.
Pero ahora, los bosques siberianos están poblados de osos insomnes que no pueden dormir porque hace todavía mucho calor.
Precaución
El fenómeno está ocurriendo en la bellísima región de Kemerovo, la de los picos nevados, a unos 3.500 kilómetros de Moscú.
Claro que Kemerovo, la de los picos nevados, ya no tiene los picos nevados porque no hace frío.
Lo que sí tiene -en cantidad- son estos osos que están sembrando el terror de los lugareños: ya no pueden salir de paseo sin temer el encuentro con un oso que está naturalmente frustrado e irascible por no poder dormir.
Por suerte, la jefa de cuestiones ambientales de la zona, Tatiana Maslova, ha dicho que ha tomado todos los recaudos para proteger a la gente y a la propiedad de estos osos insomnes que buscan desesperadamente el sueño, pero no pueden encontrarlo en este mundo contaminado por nubes de dióxido de carbono.