La mordida tiene una fuerza 300 veces mayor que el peso del insecto.
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Una especie de hormiga oriunda de América Central y del Sur realiza con sus mandíbulas los movimientos animales más rápidos que se conocen, según un estudio de científicos estadounidenses.
El equipo de expertos, encabezado por Sheila Patek, profesora de biología de la Universidad de California en Berkeley, registró el movimiento mandibular de la hormiga Odontomachus bauri a una velocidad de entre 124 y 232 kilómetros por hora.
Las mandíbulas generan fuerzas que exceden 300 veces el peso del insecto y que pueden incluso lanzarlo por los aires como un resorte.
Los resultados del estudio aparecen publicados en la más reciente edición de la revista especializada Proceedings of the National Academy of Sciences.
"Se trata, de lejos, del más rápido movimiento efectuado por un animal del que hasta el momento tengamos conocimiento", explicó Patek, quien realizó sus estudios con hormigas procedentes de Costa Rica.
Por el aire
"Uno pensaría que lo más importante es la velocidad con que se cierran las mandíbulas, pero lo que realmente impresiona es la aceleración", agregó.
El ataque se grabó mediante videos de alta velocidad.
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Los especialistas utilizaron videos de alta velocidad para grabar el ataque de la hormiga y calcular la velocidad de sus mandíbulas.
Igualmente el insecto, de ocho milímetros de largo, puede usar sus mandíbulas para lanzarse por el aire y llegar a alturas de hasta ocho centímetros y alcanzar distancias horizontales de hasta 40 centímetros.
De acuerdo con los expertos, esto equivale a un hombre de 1.65 metros lanzándose a una altura de más de 13 metros y a una distancia de 40.