Richard Black
Especialista de la BBC en temas ambientales
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El satélite europeo Envisat indica que este año el agujero de ozono del hemisferio sur podría ser uno de los más grandes registrados hasta ahora.
El Envisat muestra bajos niveles de ozono sobre el Antártico. (Crédito: KNMI/Agencia Espacial Europea.).
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El agujero tiene un área de 10 millones de kilómetros cuadrados, aproximadamente el mismo tamaño de Europa.
Los científicos creen que continuará expandiéndose por dos o tres semanas más.
Si bien en los últimos dos años ha habido señales de una reducción en el daño a la capa de ozono, no se espera que se recupere totalmente antes de 2050.
Lo que muestra el satélite
La información proviene del satélite Envisat, lanzado en 2002 y operado por la Agencia Espacial Europea.
El satélite muestra que a mediados de agosto el agujero de ozono en el Antártico era el más grande, comparado con mediciones realizadas anualmente desde 2000, en la misma fecha.
"Creemos que continuará aumentando", señaló a la BBC Geir Braathen, científico de la Organización Meteorológica Mundial.
"Generalmente alcanza un máximo a mediados de septiembre, aunque la fecha exacta varía cada año. Los mayores agujeros se registraron en 2000 y 2003. Este año podría ser similar pero tenemos que esperar un par de semanas más para estar seguros", indicó.
La reducción de la capa de ozono obedece a varias sustancias químicas producidas por el hombre, incluyendo a los clorofuorcarbonos (CFC), usados en refrigeración y aerosoles.
El Envisat es el mayor satélite de observación de la Tierra. (Crédito: EADS Astrium).
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El ozono es una molécula compuesta por tres átomos de oxígeno que se crea y destruye constantemente en la estratósfera, y forma una capa protectora contra la dañina radiación ultra violeta del Sol.
En una atmósfera no contaminada, este ciclo de producción y descomposición se encuentra en equilibrio, aunque la concentración de ozono sobre los polos aumenta cada verano y disminuye en los meses de invierno.
Variación anual
Además de variar según la estación, los niveles de ozono polar también cambian cada año.
"El Ártico es mucho más variable que el Antártico", explica Braathen.
Hace dos años los investigadores encontraron la primera evidencia de que el daño de la capa de ozono se está reduciendo. Aunque demostraron que la destrucción continúa en todo el mundo, señalaron que el ritmo es más lento.
La emisión de sustancias químicas que afectan la capa de ozono ha sido limitada por un tratado internacional, el Protocolo de Montreal, establecido en 1987.
Pero los investigadores estiman que pasará medio siglo antes de que su nivel se reduzca lo suficiente para que el ozono se recupere por completo.