Fuerzas militares de Tailandia tomaron oficinas del gobierno y canales de televisión en la capital, Bangkok, con el objetivo de deponer al primer ministro, Thaksin Shinawatra.
Los militares entraron a la sede del gobierno, mientras Shinawatra se encontraba en Nueva York, EE.UU., participando en la 61º Asamblea General de la ONU.
Un portavoz de los golpistas dijo que se tomaron medidas de emergencia, como la disolución del parlamento, la suspensión de la constitución y la declaración de la ley marcial.
Según testigos, centenares de soldados fueron apostados en lugares clave de la capital. Los golpistas reafirmaron su lealtad al rey Bhumibol Adulyadej, quien goza de mucho respeto.
Un portavoz militar dijo que tuvieron que intervenir debido a una serie de conflictos ocasionados por "diferencias irreconciliables" entre el primer ministro y sus opositores.
Se cree que los golpistas están dirigidos por un comandante de las fuerzas militares que había sido despedido por el primer ministro este martes.
Jóvenes tailandeses y turistas extranjeros contemplan el desplazamiento de soldados en una céntrica calle de Bangkok. Tailandia es uno de los principales destinos turísticos de Asia.
Un grupo de personas que apoya el golpe se manifestó frente al edificio de Naciones Unidas, en Nueva York, con carteles contra el primer ministro tailandés.
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