India: violencia religiosa va al campo

Los enfrentamientos siguen en Gujarat pese a los esfuerzos del ejército de restablecer la calma.

El estado de Gujarat en el oeste de la India fue escenario de nuevos incendios intencionales y saqueos en el cuarto día de violencia étnica.

Las confrontaciones entre hindúes y musulmanes que ya costaron cerca de 350 vidas se han trasladado de los centros urbanos a las áreas rurales, según la policía.

Mientras tanto, el ejército ha movilizado más soldados a la región, donde se ha impuesto el toque de queda, así como restricciones a la difusión de noticias.

La situación comenzó el miércoles, cuando un grupo de musulmanes extremistas prendió fuego a un tren que transportaba activistas hindúes, matando a 58 de ellos, principalmente mujeres y niños.

Como represalia, hindúes enardecidos asaltaron áreas musulmanas, quemando vivas a personas de esta religión dentro de sus hogares.

Llamado a la paz

El primer ministro indio, Atal Behari Vajpayee hizo un llamado a la paz ya que "quemar gente viva, incluyendo mujeres y niños es una deshonra para el país".

Varios fueron quemados vivos al incendiar sus hogares.

"Cualquiera sea la provocación, la gente debe mantener la paz y la moderación", dijo el premier en un mensaje por la radio y televisión nacional.

Pero según el corresponsal de la BBC, existe todavía mucha tensión en Ahmedabad, la principal ciudad de Gujarat donde más de 100 personas fueron muertas.

El gobernador local, Narendra Modi dijo que la ciudad "está volviendo a la normalidad. Creemos que el resto del estado también se recuperará pronto".

No obstante estas expresiones, fuentes policiales indicaron que un numeroso grupo intentó incendiar un asentamiento musulmán en el distrito de Sabarkantha y tres personas fueron acuchilladas en el distrito de Banashkantha.

Censura

Las autoridades del estado indio de Gujarat impusieron restricciones en los programas de noticias, en un intento por frenar la violencia religiosa que ha dejado un saldo de al menos 350 muertos.

La medida fue tomada luego de que se produjeran más disturbios y asesinatos el sábado, a pesar del despliegue de tropas por parte del ejército indio.

El gobernador de Gujarat, Narendra Modi, parece haber acusado por lo menos a un canal de noticias por cable de haber transmitido provocadoras imágenes de los disturbios.

Los canales de noticias por cable en la región fueron silenciados.

Asimismo, en el estado de Uttar Pradesh, se les ha ordenado a los operadores de los canales de cable, no mostrar programas noticiosos cuyos contenidos puedan inflamar las tensiones ya existentes.

Según informes, las principales ciudades de Gujarat permanecen en calma.

Sin embargo, la policía admitió que la seguridad es un problema en las poblaciones remotas, donde ya se han registrado masacres.

Venganza

Existen fuertes temores de que la escalada de violencia religiosa se extienda a otras regiones del país.

Como parte de las medidas de seguridad, el toque de queda fue instaurado en más de 30 regiones de la India.

El país tiene cerca de 1.000 millones de habitantes, de los cuales 140 millones son musulmanes.

Los odios con los hindúes se incrementaron cuando en 1992, el partido Vishwa Hindu Parasahd y otros grupos hindúes quemaron una mezquita.

En esa oportunidad, las confrontaciones se sucedieron por todo el país y dejaron como salto más de 2.000 muertos.

Precisamente en el tren incendiado el miércoles se trasladaban varios miembros de ese partido que regresaban del disputado lugar sagrado en la ciudad de Ayodhya.