Espías cubanos: culpables

En febrero pasado, el diplomático cubano José Imperatori fue deportado por espionaje.

Un tribunal en Miami declaró culpables a cinco cubanos de espionaje.

El jurado -que no estuvo integrado por ningún cubano-americano- encontró a los cinco hombres culpables de conspirar para espiar y operar como agentes extranjeros sin notificar al gobierno.

Tres de ellos fueron acusados de intentar infiltrarse en bases militares estadounidenses.

Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, Ramón Labañino, Fernando González y René González fueron arrestados en 1998, cuando se desmanteló la llamada Red Avispa, en el sur de Florida.

La defensa

Los acusados habrían infiltrado el exilio cubano.

Los abogados defensores afirmaron que los acusados estaban recolectando información sobre posibles actividades terroristas contra Cuba.

Como prueba, presentaron mensajes decodificados sobre actos de sabotaje contra ese país, que presuntamente planeaba Orlando Bosch, condenado en Venezuela por un atentado contra un avión de Cubana de Aviación en 1976, en el que murieron 76 personas.

Por otro lado, los abogados dijeron que sus clientes no tenían órdenes de espiar al gobierno estadounidense.

Sin embargo, el fiscal respondió que el uso de identidades falsas por parte de los acusados era prueba suficiente de que actuaban como espías.

Ataque aéreo

Gerardo Hernández se enfrenta a una pena de cadena perpetua por su presunto papel en un ataque de la fuerza aérea cubana, que derribó a dos avionetas del grupo de exiliados "Hermanos al Rescate" y causó la muerte de cuatro de sus miembros.

Según los fiscales, Hernández sabía que un avión iba a ser atacado porque avisó a dos espías infiltrados dentro del grupo que no volaran durante cuatro días.

José Basulto, presidente de "Hermanos al Rescate", dijo que el veredicto era muy importante.

"Ahora necesitamos el apoyo de nuestra comunidad para pedirle al presidente de Estados Unidos el encausamiento criminal de Fidel Castro", agregó.

Entre sus actividades, los" Hermanos al Rescate" efectuaban vuelos a La Habana para lanzar panfletos con propaganda política.

Otros cinco acusados se habían declarado culpables y cooperaron con la fiscalía a cambio de que se redujeran sus sentencias.

Cuatro acusados siguen fugitivos y se cree que regresaron a Cuba.