Korda fotografío a Fidel Castro en momentos íntimos.
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Fidel Castro jugando dominó sin camisa. Castro riendo después de caer en la nieve con unos esquís que le han prestado los soviéticos. Castro buceando. El Che hablando con Sartre. El Che tomando helado, El Che y Castro jugando golf...
Son sólo algunas de las 200 fotografías de la exposición: "Korda Conocido-Desconocido", del mítico fotógrafo cubano que se exhiben en Casa de América de Madrid hasta finales de enero.
La mayoría de las fotos son inéditas y quedaron durante años en el olvido por una imagen que las eclipsó: la del Che Guevara en los funerales del barco Le Coubre, la foto más difundida de la historia.
Vea imágenes de la exposición
"Hasta su muerte siempre dijo que esa foto fue un instante de suerte. Yo le decía que no porque ese día había otros fotógrafos y él sencillamente tuvo la visión. Más que un cazador de imágenes, Korda iba buscando la esencia de los lugares y de las personas", comenta el fotógrafo cubano Alberto Figueroa, quien trabajó como aprendiz de Korda en sus estudios de La Habana.
"Era un tipo muy modesto y quizás por eso se sintió apabullado con el impacto que tuvo la foto del Che", añade Figueroa quien participó en la organización de la exposición.
Guapas, barbudos y submarinos
Las fotos expuestas se desgajan del libro: "Korda Conocido y Desconocido" que ha editado la casa editorial La Fábrica y que incluye 437 imágenes.
Exposición y libro están divididos en cinco grandes temas: Estudios Korda, Los líderes, El pueblo, La mujer y El mar.
La muestra va de 1956 a 1968 recorriendo varias etapas de Alberto Díaz Gutiérrez, conocido como Korda, nombre que tomó por su parecido con la marca Kodak.
Desde los estudios Korda, que montó con su hermano y donde se dedicaban a fotografiar modelos y artistas de una Habana que se peinaba de lado y llevaba guayabera -por su estudio pasarían las modelos más guapas de Cuba (con dos ellas se casó)-, pasando por la llegada de Fidel Castro y sus barbudos que fotografió desde todos los ángulos inimaginables, más de 50.000 negativos se conservan en los Archivos de la Revolución.
"El objetivo de la exposición es enseñar la parte desconocida de Korda. Hasta ahora sólo se conocían de él 40 ó 50 imágenes. Por ejemplo, hay una faceta que casi no se conoce de Korda, la fotografía submarina. Él fue el fundador de la fotografía subacuática en Cuba", comenta Figueroa.
De la moda a la revolución
Cuando "los barbudos" llegaron a La Habana en 1959, Korda tenía 30 años y no se dejaba la barba. Tomaba fotografías de moda y publicidad, hasta que llegó la Revolución.
El objetivo de la exposición es enseñar la parte desconocida de Korda, indica Figueroa.
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Las fotos de
varieté, moda europea o cigarrillos americanos, desaparecieron.
El tema eran "los barbudos" de traje verde que llenaban las plazas. Muchas de sus primeras fotos se perdieron. La moda y la publicidad pasaron a un segundo plano.
Las fotografías de estudio fueron decomisadas y con el tiempo se perdieron.
"Korda fue fotógrafo acompañante no oficial de la Revolución -explica Figueroa- lo que pasa es que la relación, la afinidad que tuvo con los líderes, especialmente con Castro, fue muy estrecha", agrega Figueroa.
"Korda lo fotografió en momentos muy íntimos. Hay varias fotos que llaman la atención como Fidel jugando dominó o en pijama. No son imágenes habituales de líderes políticos", afirma.
Así, Korda enfoca a Fidel Castro durmiendo en una cabaña de la zafra, con un libro de geografía debajo de la cama o rodeado de bellas mujeres durante una de sus visitas a la sede de la ONU en Nueva York.
Mujeres y el mar
La muestra comprende imágenes tomadas entre 1959 y 1968.
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"Es importante el trabajo que realizó Korda con la mujer tanto antes y después de la Revolución", comenta el fotógrafo.
En dos paredes de Casa de América se ven mujeres cubanas en dos momentos antagónicos, de un lado lucen trajes de lentejuelas o y del otro, años después, empuñan armas y ayudan a la cosecha de la zafra.
A partir de 1969, Korda se sumerge en el mar. "Se convierte en fotógrafo submarino. Las primeras cámaras submarinas que llegaron a Cuba las trajo él", agrega el experto.
En algunas de ellas, no obstante, se puede apreciar la figura de Fidel con aletas y arpón.
Korda frente a la cámara
En la exposición, también hay fotografías en las que sale Korda, ya con barba. En una de ellas lleva cinco cámaras colgadas al cuello y un mas en las manos, lleva boina y atraviesa a pie un pantano.
"Hay varias fotos que yo le tomé. Una de ellas está mirando la estatua de Lincoln en el Lincoln Memorial de Washington. Es la misma foto que él le tomó a Fidel cuando estuvo allí", comenta Figueroa.
Esa fue una de las últimas fotos que le tomaron antes de morir en París a la edad de 72 años.
La muestra abre con una copia ampliada del negativo de los funerales de Le Coubre. Alrededor del negativo n°40 hay una marca de lápiz rojo dibujada por Korda, es la imagen del Che que él mismo escogió.