Michael Bristow
BBC, Pekín
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El actual Dalai Lama no mantiene una buena relación con China.
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A partir de este primero de septiembre entran en vigor las normas que permiten al gobierno chino decidir sobre la elección del sucesor del Dalai Lama, el líder espiritual del budismo tibetano.
Los tibetanos creen que los monjes eminentes, como el Dalai Lama, tras morir se reencarnan.
A partir de ahora China podrá decidir quien es declarado "buda viviente".
El actual Dalai Lama no mantiene una buena relación con China, por lo que Pekín está contento de poder elegir a su sucesor.
Aunque la nueva regulación no nombra al Dalai Lama por su nombre, impide a sus seguidores en el exilio elegir a su reencarnación.
Aprobación gubernamental
"Ninguna organización o persona individual influenciará o controlará la reencarnación de los budas vivientes", reza uno de los artículos de la nueva regulación.
Ésta también establece que cualquier nueva reencarnación debe de ser aprobada por varios organismos gubernamentales chinos.
Desde que huyó de Tibet en 1959 el Dalai Lama ha viajado por todo el mundo.
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En el caso de los monjes eminentes, como el Dalai Lama, el gobierno de China debe dar su aprobación.
Funcionarios de la Administración Estatal de Asuntos Religiosos de China declinaron ser entrevistados por la BBC sobre el objetivo la nueva regulación.
Pero parece que China quiere controlar la elección del próximo Dalai Lama.
El actual Dalai Lama tiene 72 años. Desde que huyó de Tibet en 1959 tras un levantamiento fallido contra el dominio chino, ha viajado por todo el mundo.
El Dalai Lama defiende la idea de que Tibet merece una autonomía real de Pekín, lo que molesta al gobierno chino, quien afirma que Tibet ha sido parte de su territorio desde hace ocho siglos.
En el gobierno chino acusa a menudo al Dalai Lama de ser separatista.
Autoridad espiritual
El templo Jokhang es uno de los principales centros de devoción en Tibet.
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Los tibetanos fuera de China dicen que la nueva regulación no afectará la elección del próximo Dalai Lama.
Según Thubten Samphel, portavoz del gobierno tibetano en el exilio, la elección del niño que es la reencarnación de un monje eminente tan solo puede ser llevada a cabo por una organización con autoridad espiritual, lo que no incluye al gobierno de China.
Según Samphel, el Dalai Lama ya dijo que nacerá fuera de Tibet si no se le permite volver allí en vida.
La nueva regulación hace pensar en la futura existencia de dos Dalai Lama, una situación que ya se dio en el pasado.
Cuando el Dalai Lama seleccionó en 1995 al onceavo Panchen Lama -el segundo monje en importancia en el budismo tibetano- China nombró al suyo propio.