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Matías Zibell
BBC Mundo
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El autor en el salón escolar donde murió el Che.
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Lo primero que pensé fue "qué pena"
Ahora la "ruta del Che" será una atracción turística
Digo "qué pena" porque hace unos años
La "incomodidad" del camino fue mi único consuelo.
Llegué a Valle Grande una noche de febrero
Y lo primero que me ofrecieron fue un taxi para La Higuera
"¿Cómo saben cuál es mi destino?"
"Argentino, con mochila, ¿a qué otro lugar puede ir?".
Un viaje accidentado sobre colinas embarradas
Me hizo pensar que sería mi última travesía
"Ahora que todo estará señalizado".
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"Morir en el mismo lugar que Él, que mejor muerte"
Pensé mientras ajustaba mi cinturón de seguridad.
Cuando llegué al pueblo de "la escuelita"
Miré esas montañas tan hostiles
Y le pregunté en ese lugar olvidado
"¿Qué carajo viniste a hacer acá?".
Allí supe que jamás sería un revolucionario
Un jóven romántico capaz de dar su vida
Tan sólo me esperaba un destino de turista
Y con los años el oficio de desarraigado.
Pero el barro del camino y la mochila
"La escuelita".
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Y el ser el único visitante en La Higuera
Me dejaron un consuelo en la vergüenza
Al menos el llegar me había costado trabajo.
Pobres de los jóvenes mochileros románticos
Ahora que todo estará señalizado
Será como subir al "Pan de Azúcar"
¡Gracias al Che que todavía nos queda el Congo!
Fotos tomadas por Matías Zibell