Bajorrelieve obsceno en la ménsula del antiguo ayuntamiento, Colonia, Alemania.
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En medio de una de las mayores colecciones de arte islámico antiguo, la que atesora el Museo Pérgamo, el doctor en ciencias de la religión Claudio Lange presenta la exposición "El enemigo desnudo", que muestra el desarrollo de la iconografía anti-islámica en Europa.
Lange se sintió impresionado por la multitud de esculturas eróticas y aún obscenas en las iglesias y monasterios románicos medievales.
La exposición muestra infinidad de figuras esculpidas en frisos, entradas,canecillos y portales de contenido fuertemente erótico.
Hombres con enormes falos, mujeres mostrando su sexo, masturbándose o incluso penetrándose a sí mismos son parte de esta insólita fauna que abunda en iglesias y monasterios cristianos medievales.
Luego de una investigación que comprendió casi todos los países europeos, Lange llegó a la conclusión de que no se trataba de la representación de "espíritus malignos", como sostenían la mayoría de los estudiosos, sino de una organizada campaña contra el Islam.
"Poco a poco me fui dando cuenta que se repetían los motivos y que no se trataba de "demonios" como se sostenía, sino de una suerte de agitación a través de imágenes contra el Islam que comenzó alrededor del siglo XI", explicó Lange a la BBC.
Explicaciones a través del arte
La lucha cultural y política contra el Islam, según Lange, ocupó un rol central dentro de la iglesia durante el siglo XI y XII como preparación para las cruzadas.
Iglesia de San Pedro de Cervatos, Cantabria, España. S XII. Una musulmana muestra su sexo.
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El arte cristiano se entendía en esos momentos como una suerte de "Biblia para los pobres"; las figuras obscenas, ubicadas mayoritariamente en la parte exterior de las iglesias, al lado de los mercados, debía servir para propagar al pueblo esas ideas.
"La lucha de los cristianos contra los musulmanes en España había mostrado éxitos y traído riqueza. Comparado con el Islam, el cristianismo era una suerte de país en desarrollo. El centro intelectual del cristianismo occidental entonces era Cluny (Francia). Su biblioteca tenía 5 mil libros, pero la de la Córdoba musulmana 200 mil; la biblioteca de Bagdad, ¡1 millón!" comentó Lange.
La primera cruzada se realizó en 1099; para Lange fue más bien la expresión de la miseria europea, de su envidia por el esplendor islámico de entonces.
"Los cruzados eran una tropa de borrachos, hambrientos, que han recorrido 5 mil kilómetros a pié -nadie les pagaba- para saquear Jerusalén, muertos de hambre. La empresa es algo así como Bolivia contra Estados Unidos o Ruanda contra la Unión Soviética; el problema fue que los musulmanes creyeron que los cristianos eran algo así como los estadounidenses de hoy".
Locos y árabes masturbándose frente a la representación de la Resurrección. Portal de una iglesia en Francia.
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La exposición montada por Lange sirve para observar el origen del anti-islamismo en la cultura europea a través del arte, en un momento en que la cultura occidental estaba muy por debajo de los logros del mundo islámico.
Entonces Europa aprendía de los musulmanes; ahora es un mundo que se ha vuelto lejano y extraño. La desconfianza, sin embargo, se mantiene.