2009 será un año negro para el ELN, aseguró el director de la policía nacional.
|
Si las amenazas del gobierno colombiano se cumplen, 2009 podría ser un mal año para la vieja y debilitada guerrilla del Ejército de Liberación Nacional, ELN, que tiene unos 2.500 hombres y mujeres en armas, y cuya actividad militar se ha reducido sustancialmente.
Hace pocos días, el director de la policía nacional de Colombia, general Óscar Naranjo, declaró al diario El Tiempo que "si el 2008 fue el año negro para las FARC, el 2009 lo será para el ELN".
Naranjo explicó que, con el apoyo de Washington, se quiere atacar judicialmente a los jefes del ELN por tráfico de drogas, por lo cual no se descarta que algunos de ellos sean pedidos en extradición a ese país.
"Que el mundo conozca que el ELN no es una organización insurgente, sino un grupo dedicado al secuestro que incursionó en narcotráfico", añadió Naranjo.
Pero el anuncio del jefe policial genera una pregunta obvia: ¿podrán las autoridades colombianas capturar a jefes importantes del ELN?
A mediados de 2008, cuando presentó un balance de los logros militares de los últimos 12 meses, el Ministerio de Defensa reportó la captura de dos mandos medios del ELN y la muerte de otros dos. Ningún miembro del Comando Central, Coce, había sido tocado.
Eso contrastaba con el balance de 17 jefes de las FARC, que incluía la muerte de tres miembros del Secretariado, entre ellos su máximo comandante, Manuel Marulanda, alias Tirofijo.
Estrategia con el FBI
Ahora el gobierno colombiano quiere presionar al ELN con la justicia internacional y Naranjo reveló que incluso se está trabajando conjuntamente con el Buró Federal de Investigaciones, FBI, de Estados Unidos.
A diferencia de las FARC, las relaciones entre el narcotráfico y el ELN en el pasado eran escasas.
|
A diferencia de las FARC, las relaciones del ELN con el narcotráfico eran escasas. Pero la situación cambió en los últimos años, cuando, según las autoridades, han sido más evidentes los nexos de esa guerrilla con los narcotraficantes.
En la región suroccidental de Colombia, en los departamentos de Cauca y Nariño, se han denunciado fuertes nexos del ELN con temidas bandas de narcotraficantes, relacionadas a su vez con grupos paramilitares de derecha.
Esa mayor incursión en el narcotráfico aparentemente ocurrió mientras se intentó sin éxito, durante 26 meses, un proceso de negociación entre el gobierno del presidente Álvaro Uribe y el ELN.
El director de la corporación Nuevo Arco Iris, el ex guerrillero León Valencia, declaró a BBC Mundo que el ELN está "debilitado militarmente" y dijo que aprovechó la etapa de acercamientos con el gobierno para que se redujera la presión en su contra.
"Cúpula intacta"
"Su estrategia fue buscar una negociación y eludir el combate. A diferencia de las FARC, la cúpula del ELN sigue intacta", destaca Valencia.
Otro experto consultado por BBC Mundo, Armando Borrero, ex consejero de seguridad nacional, cree que "el ELN está muy débil y prácticamente no combate, salvo en el sur y en el oriente del país (en Arauca, en la frontera con Venezuela)".
Borrero no descarta que ahora el ELN quiera fortalecerse militarmente y que algunas estructuras estén aprovechando los ingresos que les significa el narcotráfico.
Pero, al mismo tiempo, está el anuncio del gobierno de arreciar contra el ELN. Borrero cree que en estos momentos esa guerrilla "es derrotable, más fácilmente que las FARC".
"Yo los veo muy vulnerables y además están sufriendo divisiones internas y tienen problemas con las FARC", agrega Borrero.
La situación de hoy contrasta con la de finales de los años '80, cuando el ELN estaba fortalecido militarmente, gracias a las extorsiones y secuestros contra las compañías petroleras que operaban en el oriente del país.
En esa época, recuerda Borrero, militarmente el ELN llegó a estar casi a la par con las FARC, pero luego empezó un declive que lo redujo sustancialmente, gracias, en buena medida, a la acción de los grupos paramilitares y a la presión de las Fuerzas Armadas.
Entre tanto, conocedores de esa guerrilla, como Luis Eduardo Celis y Ariel Fernando Ávila, creen que el ELN no ha botado del todo las llaves para una negociación.
"En lo profundo de las montañas, el ELN aguarda el momento adecuado para reemprender el camino de la solución política, decidido por esa guerrilla en 1996. Su dirigencia, incluido el líder del ELN, Nicolás Rodríguez Bautista, saben bien que las armas no son una opción para llegar al poder en Colombia", escribieron recientemente los dos autores.
Pero, por ahora, un nuevo intento de negociación con el gobierno no está a la vista. En cambio, lo que se vislumbra es la amenaza de una ofensiva militar y judicial en contra de esa guerrilla, que nació a finales de los años 60, inspirada en los éxitos de la revolución cubana.