El fallo del máximo tribunal generó protestas en las calles.
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El Congreso de Ecuador aprobó este martes la destitución de los nueve vocales que integran el Tribunal Constitucional (TC), en una votación que abre nuevos interrogantes sobre el funcionamiento institucional del país.
La decisión se adoptó un día después de que el máximo tribunal ordenara que se reintegrara a 50 de los 57 legisladores opositores al presidente Rafael Correa que fueron despojados de sus bancas en marzo pasado por el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Pero la resolución fue votada por varios de los parlamentarios que reemplazaron a los destituidos, a quienes por otra parte se les prohibió ingresar al edificio del Congreso, por lo que se abren dudas acerca de su legalidad.
Los legisladores se presentaron en la mañana reclamando sus curules y prometiendo no obstaculizar la asamblea constituyente cuya convocatoria recibió un amplio respaldo en una consulta popular la semana pasada.
Flagrante violación
El referéndum dio un amplio respaldo popular para Correa.
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La iniciativa de Rafael Correa de cambiar la Constitución, ha desatado una crisis institucional en el país a muy poco de asumir la presidencia en enero pasado.
El mandatario condenó el fallo de este lunes del TC al que calificó de "flagrante violación de los procedimientos legales de Ecuador".
En términos similares se manifestó el presidente del TSE, Jorge Acosta, quien dijo a BBC Mundo que, como máxima autoridad electoral, el fallo para destituir a los diputados es de carácter inapelable.
"Ellos están rompiendo la ley y lo vamos a demostrar cuando tomemos las decisiones correspondientes. De modo que estos señores siguen sin su calidad de diputados, son ex diputados", manifestó Acosta.
Pero el presidente del TC, Santiago Velásquez, al anunciar el fallo aprobado por seis de los nueve magistrados argumentó que lo que no era constitucional era la destitución aplicada por el TSE a los legisladores.