El presidente de Cuba, Fidel Castro, tuvo una fuerte caída, que al parecer le provocó varias fracturas, después de un acto político por el día de la cultura, en la ciudad de Santa Clara, en el centro de la isla.
Castro se cayó después de dar un discurso en Santa Clara.
|
"Tal vez tengo una fractura en la rodilla y probablemente tengo una fractura en el brazo" dijo Castro a los medios de prensa sentado en una silla, antes de abandonar el lugar rumbo a un hospital.
Castro se veía sudoroso, cosa rara en él, dado que normalmente no suda de forma visible, sin embargo, se mostró lúcido en todo momento mientras explicaba lo ocurrido a la televisión cubana.
"La prensa internacional lo ha recogido y seguramente mañana estará en las primeras páginas de los periódicos" expresó el presidente lamentando el mal rato que les pudiera haber hecho pasar a los allí reunidos.
"Puedo hablar"
Castro afirmó que hará lo posible por recuperarse rápidamente pero que por lo pronto "puedo hablar" y agregó que aunque lo enyesen de todas formas podría continuar trabajando.
El mandatario cubano lucía bien antes del percance.
|
Desde hace ya algún tiempo el presidente cubano muestra alguna dificultad para caminar y en actos protocolarios muy largos se le puede ver apoyar todo el cuerpo sobre una sola de sus piernas.
Estas dificultades en las extremidades han hecho que Castro deje de lado sus legendarias botas de guerrillero y utilice todo el tiempo - incluso con traje- zapatos deportivos que, paradójicamente, son estadounidenses.
Este es el segundo susto que Fidel Castro les da a sus seguidores en actos públicos, el primero fue un desmayo en junio de 2001 mientras pronunciaba uno de sus maratónicos discursos.
Muchos creen en la isla que el ritmo de trabajo del presidente Castro - con una participación directa en casi todos los asunto del país - no está acorde con sus casi 80 años de vida.
Sin embargo, será verdaderamente difícil que Castro acepte retirarse o por lo menos reducir su jornada. Él mismo dejó claro en varias ocasiones durante los últimos años que lucharía hasta el fin de sus días.
"Él quiere morirse con las botas puestas" me dijo uno de los funcionarios que atiende a la prensa en el Comité Central.