Fue condenado a 35 años de prisión Ricardo Palmera, alias "Simón
Trinidad", uno de los líderes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia, FARC, detenido el 2 de enero pasado en Quito, Ecuador.
Palmera fue negociador de las FARC durante el fallido proceso de paz.
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"Simón Trinidad" fue sentenciado el martes por el Juzgado Único Especializado de
Valledupar por el secuestro del ex alcalde de esa ciudad, Elías Ochoa, y su
hermano Eliécer, ocurrido en 1998, además de los delitos de lesiones
personales y rebelión.
El juicio se desarrolló vía satélite, el primero en la historia del país
realizado de esta forma, pues el juzgado que lleva el proceso está en
Valledupar, en el norte del país, y "Trinidad" está preso en la cárcel de
máxima seguridad de Cómbita, Boyacá, en el este del país.
Trinidad reconoció al principio del juicio el cargo de rebelión, al igual
que admitió ser miembro de las FARC, pero se declaró inocente del secuestro
del ex alcalde argumentando que en ese momento se encontraba en el sur del
país realizando actividades con el grupo insurgente.
Segunda condena
Esta es la segunda condena que recibe el guerrillero, pues dos meses atrás
fue sentenciado a 81 meses de prisión en otro proceso, mientras que fue
declarado inocente de dos causas más, de varias que tiene pendientes
todavía.
La justicia colombiana contempla que cuando una persona recibe más de una
sentencia debido a varios procesos en su contra, como es el caso del líder
guerrillero, se suman las penas sentenciadas sin que en ningún caso se pueda
someter al condenado a una reclusión mayor a 40 años, legalmente establecida
como la pena más alta en Colombia.
"Trinidad" tiene la posibilidad de apelar la decisión judicial, la cual
también le ordena pagar una cuantiosa multa al Estado y otra a las víctimas
del secuestro.
El líder guerrillero fue uno de los negociadores de las FARC en el proceso
de paz con el gobierno del anterior presidente, Andrés Pastrana, y el año
pasado había sido designado por el grupo insurgente como tal para negociar
con el gobierno del actual mandatario, Álvaro Uribe, la posibilidad de un
intercambio humanitario de secuestrados por guerrilleros presos.
Esta captura es la más importante que se ha realizado sobre jefes de las
FARC hasta el momento.