Murió Jesica

Jesica nació con un deformación del corazón.

Un portavoz del Hospital Universitario Duke de Carolina del Norte, en Estados Unidos, anunció que la joven de 17 años de edad, Jesica Santillán -a quien le implantaron por error órganos incompatibles con su tipo de sangre- fue desconectada de los aparatos que la mantenían viva este sábado, tras serle diagnosticada muerte cerebral.

El vocero no pudo puntualizar si el hospital había actuado con el consentimiento de la familia Santillán.

El dolor de una madre que no perdía la esperanza.

Horas antes, un abogado que representa a los padres de la joven había dicho que ellos querían mantener a Jesica viva mientras buscaban una segunda opinión sobre las posibilidades de recuperación.

En la noche del viernes, Magdalena Santillán, madre de Jesica, no había perdido las esperanzas -como se lo dijo a la BBC: "Dígale a todo el mundo que ore por mi hija porque puede haber un milagro, así como fue un milagro que recibiera sus órganos".

Deformación congénita

Ese viernes, los doctores encargados del caso descubrieron que el cerebro de Jesica estaba inflamado, después de ser sometida el día anterior a un segundo trasplante de corazón y pulmones en una semana, luego de que se le implantaran por error órganos incompatibles con su tipo de sangre.

En tiempos mejores, con toda la familia.

A pesar de que el transplante del jueves fue descrito como "de una compatibilidad increíblemente buena", a los familiares les habían advertido que podría sufrir complicaciones debido a los problemas causados por el primer transplante.

Jesica, nació en Tamazula -una pequeña población cercana a Guadalajara, México- con una deformación del corazón que impedía que los pulmones recibieran suficiente oxígeno.

Sus padres, Magdalena y Melecio Santillán, le habían pagado a un traficante para poder entrar ilegalmente a Estados Unidos con la esperanza de incrementar las posibilidades de encontrar atención médica adecuada para salvar a su hija.