En su apogeo, el movimiento de Sadr llegó a ser la fuerza política y militar más importante de los chiítas en Irak.
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El influyente clérigo chiita iraquí Moqtada al-Sadr llamó a la mayoría de sus seguidores de la milicia Mehdi a dejar las armas.
En una declaración leída en todas las mezquitas chiitas del país tras las plegarias del viernes, Sadr señala que sólo permanecerá armado un selecto grupo de sus milicianos, la llamada "resistencia".
Salah al-Obeidi, portavoz de Moqtada al-Sadr, dijo a la agencia de noticias Reuters que incluso este pequeño grupo se desarmaría si Estados Unidos establece y comienza a cumplir un cronograma de retirada de sus tropas de Irak.
El resto del movimiento se dedicará a tareas culturales, religiosas y de trabajo social.
Estados Unidos e Irak negocian en estos días los términos que regirán la presencia militar estadounidense en este país una vez que el mandato de Naciones Unidas expire a finales de 2008.
"A mitad de camino"
"Esta decisión no debe ser considerada el final de la milicia Mehdi, sino un paso a mitad de camino para su disolución", explicó al-Obeidi.
"Deseamos ver si los elementos del acuerdo (entre el gobierno iraquí y Estados Unidos) son serios. Estaremos satisfechos si ese arreglo incluye la retirada de las fuerzas estadounidenses", relató a la agencia francesa AFP.
La mayor parte del movimiento se orientaría ahora al "trabajo social".
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"Si es así, completaremos la reorganización de la milicia Mehdi, que pretende transformarse en una organización social".
Crispin Thorold, corresponsal de la BBC en Bagdad, señala que el movimiento de Sadr llegó a ser la fuerza política y militar más importante de los chiitas iraquíes, pero que ha sido seriamente debilitado luego de una serie de operaciones militares en su contra.
Cese al fuego locales ya habían sido acordados a comienzos de año en Basora y Bagdad tras intensos combates, pero la milicia Mehdi nunca había aceptado entregar las armas.