Hillary Clinton ganó las primarias en el estado de Pensilvania. Con un 99% del escrutinio, Clinton obtuvo el 55% de los votos, frente al 45% de Barack Obama.
Clinton podría lograr el reimpulso que necesita con este triunfo para imponerse al final del camino.
La ex primera dama ganó con un margen del 10%, lo que para los analistas puede significar un reimpulso en su campaña hacia la nominación demócrata.
"Empujón" y en carrera
De acuerdo con los sondeos a pie de urna, la victoria se la debe al apoyo que recibió de los votantes mayores de 65 años y también al voto entre los hombres blancos.
"Algunos han dicho que debo darme por vencida, pero hoy el pueblo de Pensilvania, la gente, me ha dado el mensaje claro que los estadounidenses no se rinden y necesitan un presidente que no lo haga", enfatizó la ex primera dama en un evento lleno a reventar en Filadelfia.
 |
Algunos han dicho que debo darme por vencida, pero hoy el pueblo de Pensilvania, la gente, me ha dado el mensaje claro que los estadounidenses no se rinden y necesitan un presidente que no lo haga
|
En medio de los gritos y los aplausos, la senadora por Nueva York concentró su mensaje a delinear los planes que tiene para el país si llega a la Casa Blanca y contrario a lo que pasó en los días previos a estas elecciones no criticó en nigún momento a su rival Barack Obama.
El senador por Illinois, por su parte, felicitó a su contrincante pero aprovechó su discurso para criticar duramente a George W. Bush e indirectamente a los Clinton.
"Estamos aquí porque no podemos continuar con lo que hemos estado haciendo en los últimos 4 años. No podemos arriesgarnos a seguir jugando los mismos juegos en Washington, con los mismo jugadores y esperar un resultado distinto. No esta vez. No ahora", dijo Obama frente a una entusiasta muchedumbre.
La victoria de Clinton -espera su campaña- le podrá dar el impulso para continuar y convencer a los "superdelegados" de que ella es la candidata que puede ganar en los grandes estados que serán cruciales en noviembre.
 |
Estamos aquí porque no podemos continuar con lo que hemos estado haciendo en los últimos 4 años. No podemos arriesgarnos a seguir jugando los mismos juegos en Washington, con los mismo jugadores y esperar un resultado distinto. No esta vez. No ahora
|
Para Obama estos resultados no son una sorpresa. No es una coincidencia que decidiera seguir este martes a Indiana, donde se lleva a cabo la siguiente etapa de estas primarias el 6 de mayo.
¿Qué pasa ahora?
Obama aventaja a la senadora por 168 delegados, y en Pensilvania están en juego 158, sin contar a los "superdelegados".
Esto quiere decir que ni con una victoria del 100 por ciento la ex primera dama puede adelantarse en la carrera del voto popular.
La batalla entre Obama y Clinton es tan intensa que ahora los comparan con dos luchadores de boxeo.
|
Aunque no lo alcance, la campaña de Clinton advirtió que no se piensa dar por vencida ya que Obama tampoco ha logrado el número clave de 2.025 delegados necesarios para ganar la nominación del partido.
Están previstas nueve primarias más antes de que concluya la campaña el 3 de junio. Después de Pensivalnia quedan 408 delegados, sin contar los "superdelegados", lo que significa que si ninguno de los dos se da por vencido, la lucha continuará hasta la Convención Nacional del Partido Demócrata a finales de agosto.
Esto asusta a los dirigentes del partido por el tono que ha tomado la campaña y la mayoría cree que esto sólo puede perjudicarlos a largo plazo.
Los republicanos también opinan que la pelea entre Clinton y Obama está beneficiando a su candidato, John McCain, quien está ahorrando todas sus fuerzas y todo su dinero para la batalla final el 4 de noviembre.