La suerte del general Nkunda, que ha sido acusado de crímenes de guerra, no se conoce todavía.
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Uno de los principales grupos rebeldes de República Democrática del Congo firmó un acuerdo de paz con el gobierno que tiene como objetivo principal poner fin a un conflicto de larga data en el este del país.
El pacto fue firmado en una conferencia en la ciudad esteña de Goma, epicentro del conflicto, luego de intensas negociaciones de último minuto que involucraron a ministros del gobierno y diplomáticos internacionales.
Además, estuvo presente el presidente Joseph Kabila.
Los rebeldes, liderados por un general disidente del ejército congoleño, Laurent Nkunda, ofrecieron una amnistía.
Pertenecientes a la etnia tutsi, los hombres de Nkunda se han comprometido, junto a las tropas gubernamentales y otras milicias, a un alto el fuego y los cascos azules de la ONU serán destacados en 13 sitios clave.
Condiciones
El ejército congoleño ha estado trabajando con las milicias locales.
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Pero los rebeldes dicen que la implementación completa de lo acordado no se dará hasta que las milicias hutus se desarmen. Estas milicias que se formaron en Ruanda están acusadas de haber participado en el genocidio que se cobró la vida de unos 800.000 tutsis en 1994.
El general Nkunda aceptó integrar sus tropas al ejército, lo que evitaría el riesgo de futuros choques, pero reiteró que la condición es el desarme de los hutus, relata el corresponsal Mark Doyle.
Aún no se sabe qué será del propio general, que ha sido acusado de crímenes de guerra. Él dice luchar para proteger a los tutsis de la región de Kivu del norte de las milicias hutus que ingresaron al país en 1994.
Una organización de asistencia humanitaria dijo esta semana que el conflicto en R. D. del Congo ha causado más muertes que ningún otro desde la Segunda Guerra Mundial.