Al comenzar a proporcionar combustible nuclear a Irán, Rusia ha eliminado una de las sanciones prácticas más importantes contra Teherán.
Rusia afirma que la central atómica iraní de Bushehr estará operativa en seis meses.
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Rusia ha insistido siempre en que respetaría su compromiso de proporcionar combustible nuclear al reactor que estaba construyendo para los iraníes en Bushehr.
Los rusos, sin embargo, habían dado largas al cumplimiento de lo prometido mientras Teherán se enfrentaba a la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA, por sus siglas en inglés).
Rusia dice ahora que los suministros han comenzado y que la central atómica estará operativa en seis meses.
Intrigante
Resulta intrigante el momento en el que Moscú ha tomado esta decisión, pocas semanas después de que se hiciera público un informe de inteligencia de Estados Unidos afirmando que Irán dejó de intentar construir una bomba atómica en 2003.
Ello alivió la presión que pesaba sobre Irán, pero los inspectores de la IAEA al parecer ya estaban examinando a finales de noviembre el combustible que iba a ser enviado a Irán.
Por tanto, Teherán habría hecho lo suficiente para convencer a los rusos de que quería cooperar con la IAEA.
En todo caso, Rusia siempre ha intentado diferenciar la búsqueda de Irán de energía nuclear y su controvertido programa de enriquecimiento de uranio, utilizando muy hábilmente su carta de Bushehr.
Al jugar esta carta ahora se arriesga, eso sí, a provocar un aumento de la tensión con Washington.
A medida que continúan los desacuerdos entre ambos países sobre el escudo antimisiles de EE.UU., el control de armamentos y el futuro político de Kosovo, Irán se añade ahora a la cabecera de esta lista.