El presidente sudanés fue presionado para que endureciera la condena a la maestra.
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Sudán puso en libertad a la maestra británica condenada por insultar al Islam tras permitir que sus alumnos pusieran el nombre del profeta Mahoma a un oso de peluche.
Gillian Gibbons, de 54 años, pasó en prisión cuatro de los 15 días de cárcel a los que fue condenada, que incluía una posterior deportación, aunque estuvo ocho días bajo custodia.
"Fue una pesadilla"
El presidente sudanés, Omar al-Bashir, la perdonó tras reunirse con dos parlamentarios británicos musulmanes, Sayeeda Warsi y Nazir Ahmed, de la Cámara de los Lores.
En un comunicado leído por uno de los dos parlamentarios británicos, Gibbons afirmó: "siento profundo respeto por la religión islámica y no habría ofendido ex profeso a nadie y siento si he provocado cualquier angustia".
La encarcelación de la profesora generó un escándalo internacional y lo que algunos analistas consideran la humillación diplómatica del gobierno.
Presión
La maestra se encuentra actualmente en la embajada británica en Jartum.
El presidente Bashir fue presionado por dirigentes sudaneses de la "línea dura" para que Gibbons cumpliera la condena completa.
También hubo manifestaciones exigiendo que la condena fuese aún más fuerte, llegando a pedir su ejecución.
Gibbons estuvo detenida en un lugar secreto pues las autoridades temían por seguridad.
La maestra fue arrestada en la capital sudanesa de Jartum después de la denuncia de un empleado del colegio donde impartía clases de primaria, por permitir a sus alumnos "bautizar" un oso de peluche con el nombre del profeta.
Como parte de una actividad escolar, los niños debían proponer nombres para el juguete y someterlos a votación. El nombre elegido fue el que comparten muchos niños en el país, "Mahoma".