Los ataques contra el gobierno son frecuentes desde que llegaron a Mogadiscio las tropas etíopes.
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Un camión cargado de explosivos estalló en las afueras de la residencia del primer ministro interino de Somalia en la capital, Mogadiscio.
Al menos seis personas murieron; la mayoría de los fallecidos eran guardaespaldas de Ali Mohamed Gedi.
Además, una decena de personas resultó herida, aunque el premier se halla a salvo.
Según describió él mismo a la BBC, la explosión fue enorme, y rompió todas las ventanas de la casa, pero él no resultó herido.
Gedi atribuyó el atentado a al-Qaeda.
Un corresponsal de la BBC en Mogadiscio dijo que las tropas somalíes, respaldadas por militares etíopes, han bloqueado las calles de la zona.
Los ataques de este tipo, perpetuados por milicianos locales e insurgentes islamistas contra el gobierno, se han sucedido desde que las fuerzas etíopes ingresaron a Somalia para respaldar al gobierno de transición.
La Unión Africana tiene unos pocos cientos de efecivos ugandeses para el mantenimiento de la paz, pero estos han jugado un papel muy menor en los últimos enfrentamientos.
Del barco al blanco
La violencia ha deslazado a cientos de miles de somalíes de la capital.
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Por otro lado, Estados Unidos atacó el viernes a milicianos refugiados en la región somalí semiautónoma de Puntland.
Los insurgentes habían desembarcado en la zona dos días antes, el miércoles, en lo que aparentemente era una escala de su viaje desde el sur de Somalia hacia Yemen.
Según indicaron funcionarios somalíes, en los ataques murieron ocho "terroristas" oriundos de EE.UU., Gran Bretaña, Suecia, Marruecos, Pakistán y Yemen.
El Departamento de Defensa de EE.UU. rechazó hacer comentarios sobre la operación.