Fue el primer discurso del presidente Bush ante un Congreso de mayoría demócrata.
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El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, dio su penúltimo discurso del Estado de la Unión, el primero frente a un Congreso dominado por la oposición demócrata.
El mandatario estadounidense pidió al cuerpo legislativo una oportunidad para que funcione su nueva estrategia de enviar miles de nuevos soldados a Irak.
En su discurso anual ante el Congreso en pleno, Bush dijo que si las fuerzas estadounidenses se retiraban sin asegurar a Bagdad, el gobierno iraquí sería aplastado por extremistas.
Dijo que un contagio de violencia, entre extremistas chiitas respaldados por Irán y extremistas sunitas apoyados por la red fundamentalista al-Qaeda, podría cubrir a la región entera en un escenario pesadillesco para Estados Unidos.
"Nada es más importante que la victoria en Irak y resolver esta grave situación", recalcó el presidente y pidió que se le diera la oportunidad de ese triunfo.
En su respuesta, el Partido Demócrata, que ahora controla ambas cámaras del Congreso, dijo que la mayoría de los estadounidenses ya no apoyaban la manera en que se está peleando la guerra en Irak.
Energía
La agenda energética es crucial para los planes económicos de Bush.
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Refiriéndose al tema energético, Bush dijo que Estados Unidos había sido dependiente del petróleo extranjero por demasiado tiempo, una situación que lo hacía vulnerable a regímenes hostiles y la interrupción de embarques de petróleo.
Bush trazó un nuevo objetivo: recortar en 20% el uso de gasolina por los estadounidenses en el curso de los próximos diez años.
Según el presidente, esto podría lograrse mediante un uso más frecuente de biocombustibles y nueva tecnología, como los vehículos híbridos.
Bush no hizo referencia alguna a la posibilidad de establecer límites a las emisiones de carbono.
Los corresponsales indican que dicha omisión decepcionará a los ambientalistas.
Nuevo ambiente
Desde un comienzo el evento tuvo un ambiente diferente, con la introducción del mandatario ante la plenaria del Congreso con las siguientes palabras: "Señora presidenta de la Cámara, el presidente de los Estados Unidos".
Bush también hizo una galante referencia a la líder de la Cámara, Nancy Pelosi, la primera mujer en la historia que preside el cuerpo legislativo.
Curiosamente, el presidente no inició su discurso con el tradicional anuncio optimista acerca del buen estado de la Unión.
Eliminación del déficit
Llamó la atención inmediatamente a la polarización del país, representada en la oposición demócrata en el Congreso, pero señaló que las metas que propondría deberían ser adoptadas en el espíritu bipartidista.
Entre éstas figuran la economía, la educación y la situación de la inmigración.
Pidió eliminar el déficit en el lapso de cinco años y continuar con su programa de educación pública, que responsabiliza a las escuelas del desempeño de los estudiantes.
Su anuncio de una reforma al sistema de salud fue bien recibido por la audiencia.
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Las mejores decisiones sobre la salud no las hacen los gobiernos y las empresas de seguros, sino los pacientes y sus médicos
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Nancy Pelosi inició los aplausos cuando el presidente propuso una reducción de impuestos para que los ciudadanos puedan adquirir seguros de salud privados.
"Debemos recordar que las mejores decisiones sobre la salud no las hacen los gobiernos y las empresas de seguros, sino los pacientes y sus médicos", dijo Bush al respecto.
La reforma inmigratoria es otro tema que ambos partidos quieren resolver y el gobierno de Bush propuso asegurar la frontera, pero creando, al mismo tiempo, un programa de trabajadores temporales que puedan legalmente entrar al país.
Propuso resolver el estatus de muchos inmigrantes indocumentados y promover la asimilación de estos en la sociedad "sin animosidad y sin amnistía".
Irak "lo más importante"
Pero el tema que define la presidencia del George W. Bush es la seguridad de Estados Unidos de ataques y la guerra en Irak.
En cuanto a la última, se vio claramente la división en el Congreso frente a los planes presidenciales de enviar más tropas a Irak.
Bush pidió una oportunidad para su estrategia en Irak.
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Tan sólo la mitad del recinto se puso de pie a aplaudir las opciones que escogió el gobierno.
Sin embargo, Bush dijo que Estados Unidos no podía fallar en Irak, pues sólo invitaría a la tragedia.
Con respecto a la seguridad del país, reflejada en la llamada guerra contra el terrorismo, Bush dijo que se trataba de una lucha generacional y que había que llevar la pelea a donde estuviera el enemigo.
Mencionó en ese marco los peligros que presenta la organización político-militar Hezbolá, en Líbano, y el programa nuclear de Irán, que el presidente reiteró que no permitiría desarrollar.
También abordó la lucha contra el hambre, la pobreza y las enfermedades, particularmente el SIDA, en continentes como África, diciendo que "la política exterior de Estados Unidos es más que un asunto de guerra y diplomacia".