Los Muyahidines del Pueblo buscan acabar con el poder de los ayatolas.
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Una investigación de la BBC revela que, en abril de 2003, poco después de la invasión a Irak, Irán ofreció darle una mano a Estados Unidos en la estabilización de este país y terminar con su apoyo a grupos fundamentalistas en la región, pero que Washington rechazó la oferta.
Según el programa televisivo de la BBC Newsnight, Teherán se mostró dispuesto a frenar su ayuda a la organización político-militar libanesa Hezbolá y a Hamas, el grupo armado radical que gobierna en estos momentos los territorios palestinos.
La propuesta iraní -realizada antes de que el actual presidente, Mahmoud Ahmadinejad, un hombre calificado de radical por occidente, llegara al poder en 2005- también incluía asistir en la pacificación de Irak y tornar más transparente su controvertido programa nuclear.
De acuerdo con una carta del gobierno de Teherán, de la que Newsnight tiene una copia, Irán pedía a cambio el fin de la hostilidad estadounidense, el levantamiento de sanciones y la disolución del grupo rebelde iraní Muyahidines del Pueblo (Mujahedeen-e-Khalq)
Al parecer, el Departamento de Estado de EE.UU. consideró que la carta, si bien no estaba firmada, provenía de las más altas autoridades iraníes.
Rechazo
Pero en declaraciones a la BBC, un ex alto funcionario del Departamento de Estado, Lawrence Wilkerson, dijo que cuando la carta llegó a la oficina del vicepresidente estadounidense, Dick Cheney, éste la rechazó.
El actual embajador de Irán en Irak negó que la carta haya tenido "carácter oficial", pero cabe resaltar que la misma fue enviada cuando el gobierno iraní estaba en manos del ex presidente Mohamad Jatamí, considerado un reformista y con ideas más cercanas a occidente.
La investigación de la BBC coincide con declaraciones de Cheney, quien hace unos días le advirtió a Irán que deje de "interferir" en los asuntos del vecino Irak.
Cheney dijo que su gobierno considera muy importante que las autoridades iraníes "mantengan a su gente en su casa".
Los muyahidines
Parte de la investigación de Newsnight se dedica a analizar la influencia de los Muyahidines del Pueblo, un grupo armado iraní conducido principalmente por mujeres, que lleva años intentando derrocar al estado islámico en Irán.
Al parecer Powell apoyaba el plan iraní, pero Cheney no.
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El gobierno de Teherán, aparentemente preocupado por la invasión a Irak y por la actuación de este grupo, deseaba la ayuda estadounidense en el desmantelamiento de los muyahidines.
Además, quería la repatriación de miembros de esa organización que se encuentran en Irak.
Calificados de "terroristas" por el Departamento de Estado de EE.UU., los muyahidines recibieron protección iraquí durante el gobierno de Saddam Hussein.
La organización estableció su sede en Irak y muchos de sus integrantes aún permanecen allí.
La carta
De acuerdo con Lawrence Wilkerson, la diplomacia estadounidense acogió con beneplácito el ofrecimiento en una primera instancia; sin embargo, éste fue desestimado.
Irán pedía en la carta el fin de la hostilidad estadounidense.
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"Pensamos que era un momento propicio para hacer lo que se nos pedía. Creo que el secretario de Estado (entonces Colin Powell) y el vicesecretario de Estado coincidían en esa apreciación", manifestó el ex funcionario.
Sin embargo, dijo: "Tan pronto como la propuesta llegó a la Casa Blanca, tan pronto como llegó a la oficina del vicepresidente (Dick Cheney), reapareció el viejo mantra de 'no dialogamos con los representantes del mal'".
Cuatro años después de que se enviara la carta, los observadores destacan que el ofrecimiento iraní se corresponde en gran medida con lo que Washington demanda de Teherán en este momento.
Los analistas también señalan que un Medio Oriente sin un Hezbolá respaldado por Irán, o un Hamas apoyado por Teherán, sería un lugar muy diferente para los efectos y las intenciones de Estados Unidos en la región.