El vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, deberá comparecer como testigo de la defensa en el caso de la filtración a la prensa del nombre de una espía de la Agencia de Inteligencia (CIA).
Cheney también fue señalado como responsable de la filtración.
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Su ex jefe de gabinete, Lewis "Scooter" Libby, está acusado de mentir a los investigadores sobre sus conversaciones con periodistas sobre la identidad de la ex espía Valerie Plame.
La filtración se produjo luego de que el marido de Plame, el ex embajador Joseph Wilson, acusara al gobierno de George W. Bush de utilizar información falsa para justificar la invasión a Irak.
Los cargos contra Libby son perjurio y obstrucción de la justicia.
Sus abogados solicitaron la presencia de Cheney en una audiencia previa al inicio del juicio, que comenzará el próximo enero.
Las leyes federales establecen que dar a conocer la identidad de un agente secreto es un delito que pone en riesgo la seguridad nacional.
Durante la investigación, Cheney fue señalado por fuentes del diario New York Times como uno de los responsables de la filtración. Otro funcionario que estuvo en el centro de las miradas fue Karl Rove, uno de los principales asesores políticos del presidente Bush.
Ambos negaron las acusaciones.
La identidad de Plame fue revelada en primer lugar por el columnista Robert Novak en un artículo en julio de 2003.