El ancestral concepto del limbo podría desaparecer pronto de los archivos de la Iglesia Católica.
Una comisión internacional de teólogos que ha estado estudiando el tema está afinando los últimos detalles de un documento en el que se afirmaría que el limbo no existe.
Se espera que una vez que el papa Benedicto XVI lo lea tome una decisión final sobre la existencia o no del controvertido "lugar".
BBC Mundo le ofrece algunas claves sobre esta tradición que se remonta a la Edad Media.
El pontífice ha dicho que el limbo es una hipótesis.
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Pero, ¿qué es el limbo? ¿Qué significa para los católicos?
Es un principio que la Iglesia Católica Romana ha enseñado alrededor del mundo y a lo largo de varios siglos, aunque para algunos creyentes es una idea desagradable.
La palabra limbo viene del latín limbus y se traduce como frontera.
La idea fue adoptada por los primeros teólogos para resolver el dilema del lugar al que iban los bebés si morían antes de ser bautizados.
Sus almas tenían que ir a algún lado, pero como no habían recibido el sacramento eclesiástico, no podían ir al cielo.
Sin embargo, no habían cometido ningún pecado así que tampoco podían ser condenados al infierno.
¿Por qué el Papa decidiría abolir el limbo?
Existe una grabación en la que el pontífice comenta que el limbo es una hipótesis y no parte de la doctrina de la Iglesia Católica. Algunos sugieren que más que derogar el concepto, simplemente se dejaría de enseñar.
Se ha sugerido que Benedicto XVI podría estar haciendo esto para evitar que los católicos de los países en desarrollo, en donde existe una alta tasa de mortalidad infantil, se conviertan al islamismo.
Según esta religión, los recién nacidos que han muerto van directo al paraíso.
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Para la mayoría la decisión se vería como algo sensato, un paso con el que la Iglesia se distancia de un pensamiento anticuado
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Pero los expertos piensan que esta explicación no es factible y que en realidad se trata de la necesidad de aclarar los principios de la Iglesia Católica Romana.
¿Cómo reaccionarán los católicos si el pontífice afirma que el limbo es un tema por el que no hay que seguir preocupándose?
Para la mayoría la decisión se vería como algo sensato, un paso con el que la Iglesia se distancia de un pensamiento anticuado. Es probable que también sea recibida con gran alivio por los padres católicos que han perdido a un hijo y están preocupados por su destino.