Skip to main contentAccess keys helpA-Z index
BBCMundo.com
OTROS IDIOMAS
English
Português
mas idiomas
Miércoles, 13 de septiembre de 2006 - 15:08 GMT
Conflicto sectario estremece a Irak
Mike Wooldridge
BBC, Irak

Violencia en Sadr City, Bagdad.
Fuerzas de EE.UU. e Irak quieren recuperar zonas de Bagdad tomadas por las milicias.

La ola de violencia sectaria en Irak no tiene fin. La capital Bagdad parece dominada por atacantes suicidas, pistoleros y milicianos fundamentalistas.

Como parte de una operación llamada "Juntos hacia adelante", las fuerzas estadounidenses se encuentran trabajando con sus colegas iraquíes para recuperar zonas de la capital que están tomadas por grupos radicales.

Lograr este objetivo es crucial para demarcar la autoridad del relativamente nuevo gobierno iraquí, para completar el traspaso de la seguridad del país a manos iraquíes y, aún más importante, para evitar lo que reconocen aún los jefes militares estadounidenses: que el país se encuentra al borde de una guerra civil.

Las fuerzas afirman que han sido capaces de reducir el número de hechos de violencia en las áreas donde ya han podido actuar, y que han detenido a personas que -supuestamente- estaban detrás de esos hechos de violencia.

Pero hoy en día, ¿contra quiénes están peleando?

La tendencia más visible en los últimos meses en Bagdad y otras ciudades y pueblos ha sido el creciente conflicto sectario: acciones mortales y violentas dominadas por la idea de "ojo por ojo, diente por diente" entre algunos grupos chiitas con sunitas y algunos grupos sunitas contra chiitas.

Esta ha sido la tendencia desde que un importante templo chiita de la ciudad norteña de Samarra fue atacado en febrero pasado.

Han muerto miles de personas. Decenas de miles han abandonado los distritos mixtos y ahora viven donde se sienten más seguros: en un lugar donde sean parte de la mayoría.

Vínculos con política

Parte de esta violencia sectaria es llevada a cabo por milicias con vínculos a funcionarios políticos.

Nouri al-Maliki.
Maliki se ha quejado de las operaciones de EE.UU. en Sadr City.

Pero los analistas advierten que hay una borrosa línea entre la violencia que parece tener un trasfondo étnico o sectario, la criminalidad común y los más crueles ajustes de cuentas.

Sin embargo, la violencia sectaria parece haber eclipsado todos los demás tipos.

Mientras tanto, la insurgencia liderada por los sunitas después del derrocamiento de Saddam Hussein continúa, pese a los intentos de reconciliación promovidos por el primer ministro Nouri Maliki.

Es éste amplio espectro de violencia el que los estadounidenses e iraquíes quieren reducir desplegando a otros 12.000 miembros de fuerzas de seguridad en la capital, y llevando a cabo redadas en los distritos más volátiles.

Esta fuerza conjunta afirma que están a la caza de "escuadrones de la muerte" que tienen a muchos residentes de la ciudad viviendo con temor a que golpeen a su puerta o que los fusilen en la calle.

La última fase de la operación provocó una tormenta de diferencias políticas entre los estadounidenses y el primer ministro. El problema era que las fuerzas habían llevado a cabo una redada en Sadr City, el bastión del clérigo chiita radical Moqtadr Sadr, cuyo apoyo es clave para la coalición política que gobierna Irak.

Esta discrepancia puso en evidencia que la estrategia de seguridad puede ser fácilmente complicada por temas políticos.

Cuidando a los propios

Pero aún si la operación "Juntos hacia adelante" tiene éxito en su objetivo de mejorar las condiciones de vida de los iraquíes en el próximo mes y logra revertir la tendencia de conflicto en la zonas mixtas, la presencia de grupos en la calles que afirman representar los intereses de seguridad de alguien es el problema de fondo.

Miembros de milicia iraquí.
El desbande de las milicias será una tarea delicada.

Y los llamados para que estos grupos se desbanden -y, más aún, se desarmen- son fáciles de anunciar, pero difíciles de concretar.

Ahora, hay una nueva polémica.

Hadi al-Amiri, un miembro del parlamento y jefe de una milicia chiita, ha hecho un llamado público para que se formen comités populares para proveer seguridad local: que los chiitas protejan sus barrios, los sunitas los suyos, y patrullas conjuntas se encarguen de las zonas mixtas.

Es una idea que ya ha circulado en el pasado, pero siempre ha sido rechazada ya que se cree que es una forma de evitar el desbande de las milicias.

Los residentes comunes de Bagdad, muchos de los cuales poseen sus propias armas como último recurso de defensa, desean fervientemente mejores condiciones de seguridad, lo que quizás tiene más importancia que quién se la asegure.

Para el primer ministro, el tiempo no está de su lado si quiere demostrar que es capaz de proveer seguridad genuina a los ciudadanos.

NOTAS RELACIONADAS
60 cuerpos en 24 horas
13 09 06 |  Internacional
Máxima alerta en Irak
09 09 06 |  Internacional
EE.UU. cede mando de ejército iraquí
07 09 06 |  Internacional
Irak: capturan líder de al-Qaeda
03 09 06 |  Internacional
Atentan contra peregrinos en Irak
02 09 06 |  Internacional
Irak: nueva ofensiva y más muertes
15 06 06 |  Internacional
Irak: Maliki abre puerta al diálogo
15 06 06 |  Internacional

VÍNCULOS
El contenido de las páginas externas sugeridas no es responsabilidad de la BBC.




 

BBC MUNDO - PRODUCTOS Y SERVICIOS


banner watch listen