Autoridades de Estados Unidos anunciaron que el número de inmigrantes indocumentados que traspasan la frontera sur del país ha disminuido en un 43%.
El anuncio lo hizo el secretario de Seguridad Nacional de EE.UU. Michael Chertoff, quien viajó a Nogales, Arizona, para ver de cerca el trabajo de la Guardia Nacional desde que el presidente George W. Bush ordenó el despliegue de 6.000 de sus efectivos para aumentar la seguridad fronteriza.
Chertoff afirmó que la presencia de los uniformados ha contribuido significativamente a hacer mucho más efectivo el trabajo de la Patrulla Fronteriza.
"Han hecho un trabajo magnífico y contribuido a la seguridad nacional en una forma muy real", señaló el alto funcionario estadounidense.
Cerca de la mitad de los efectivos corresponden a la Guardia Nacional de Texas, un estado que comparte casi 2.000 kilómetros de los 3.200 kilómetros de la frontera con México.
El presidente Bush había anunciado este despliegue en mayo en respuesta a fuertes presiones de sectores conservadores del gobernante Partido Republicano.
Escepticismo
Pese al anuncio de Chertoff, no todos están convencidos de la eficacia de la estrategia de reforzar la vigilancia fronteriza y la posible construcción de un muro.
"Lo que sabemos del pasado es que un mayor despliegue de fuerzas no cambia la migración. El fenómeno simplemente se traslada a otro punto", señaló a la BBC desde Tucson, Arizona, la portavoz del grupo Humane Borders, Sue Goodman.
Los efectivos de la Guardia Nacional no pueden llevar a cabo arrestos, pero tienen una tarea de apoyo clave que le ha permitido a la Patrulla Fronteriza hacer más efectivos sus recursos humanos.
Hasta ahora este es uno de los pocos planes que han podido implementarse desde que el gobierno estadounidense planteó la necesidad de una reforma migratoria que tiene como una de sus propuestas más polémicas regularizar la presencia de 12 millones de inmigrantes indocumentados con el fin de ofrecerles un camino hacia la ciudadanía.