Temperaturas de hasta 30 grados centígrados dificultaron la marcha.
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Miles de manifestantes marcharon por las calles de Chicago para exigir un alto a las deportaciones de inmigrantes mientras se tramita en el Congreso estadounidense la reforma de las leyes migratorias.
Los medios locales estimaron que la cifra de participantes en la marcha, bajo el asfixiante calor del verano, fue de al menos 10.000 manifestantes y posiblemente hasta de "decenas de miles".
"Para nosotros fue bien grande la marcha, pero en comparación con los 300.000 de mayo fue más chica", dijo a BBC Mundo una de la organizadoras de la marcha, Ema Lozano, directora del "Centro Sin Fronteras".
Lozano señaló que protestaron contra una propuesta del Departamento de Seguridad Interna de cambiar los reglamentos federales para que el gobierno comience a sancionar a empresas por discrepancias entre los nombres y los números de seguridad social en las nóminas de empleados.
"Existe una propuesta del Departamento de Seguridad Interna para un cambio de reglamento", confirmó a BBC Mundo la portavoz de la oficina de Inmigración y Aduanas en Chicago, Gail Montenegro.
Elecciones legislativas
La protesta tuvo un claro sello político de cara a las elecciones legislativas de noviembre de este año para el Congreso en Washington.
Los manifestantes pidieron una moratoria a las deportaciones.
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"Estamos marchando porque vemos que el atropello continúa aquí en este país contra los millones de indocumentados que trabajan, que pagan impuestos, que siguen todas las leyes de este país", señaló en un discurso en el Grant Park del centro de Chicago el congresista demócrata Luis Gutiérrez.
"Mientras el Congreso, dominado por el Partido Republicano, rehúsa a aceptar y llevar a cabo su responsabilidad de legislar, nosotros estamos aquí en Chicago. Se pueden esconder, pero de este pueblo no pueden huir", agregó el legislador.
La manifestación no pasó desapercibida para integrantes de grupos que se oponen a los inmigrantes, como Rosanna Pulido, una ex operadora de radio de la policía, quien se identificó como nieta de mexicanos y dijo que uno de sus abuelos era de la localidad de Serralvo.
"Nos encanta que salgan a la calle porque con cada manifestación alteran más al pueblo estadounidense y se incrementa más la cifra de miembros del Illinois Minutemen Civil Defense", señaló Pulido, la portavoz del grupo.
Quieren protesta nacional
Los organizadores de la marcha, que se extendió a lo largo de cinco kilómetros, consideran que las protestas han tenido el efecto contrario y han logrado que en el Senado se aprobara un proyecto de ley más favorable a los inmigrantes.
La radio local juega un importante papel en las marchas de Chicago.
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"Ya avisamos a todos los estados y ciudades. Empezamos aquí en Chicago para exigir una moratoria y parar las deportaciones. También vamos a marchar el 31 de julio para que no deporten a los trabajadores de IFCO que fueron víctimas de las redadas el 19 de abril", señaló Lozano.
El caso IFCO, una empresa que alquila contenedores de fruta y verduras, ha sido emblemático para los defensores de los derechos de los inmigrantes en Chicago, quienes han acudido a varias citas judiciales para presionar en contra de la deportación de los trabajadores detenidos.
Esta fue la tercera marcha de los inmigrantes de Chicago de este año.
La reforma migratoria está estancada en el Congreso. La Cámara Baja aprobó un proyecto de ley que sólo especifica sanciones, mientras el Senado votó a favor de otra versión que también prevé la eventual legalización de gran parte de más de 11 millones de indocumentados que viven en Estados Unidos.