Muchas viviendas fueron afectadas por la ola de unos dos metros de altura.
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El número de víctimas fatales tras el maremoto en Indonesia sigue ascendiendo y de acuerdo con cifras locales, hay más de 300 muertos y decenas de personas continúan desaparecidas.
El presidente de Indonesia, Susilo Bambang Yudhoyono, dijo que se están realizando las actividades de rescate y búsqueda de desaparecidos.
El maremoto o tsunami fue causado por un terremoto submarino, de 7,2 grados en la escala de Richter, que tuvo lugar al sureste de la isla indonesa de Java, cerca del popular pueblo turístico de Pangandaran.
Varios edificios costeros fueron seriamente dañados por la ola de dos metros de altura, según informes.
Al amanecer, las brigadas de rescate comenzaron a recorrer el área, encontrando cuerpos en las copas de los árboles y en los restos de las estructuras afectadas por la ola del tsunami.
Igualmente, tanto la policía como miembros del ejército comenzaron la labor de búsqueda de supervivientes.
El sismo, que ocurrió a las 15:19 hora local (09:19 GMT), también se sintió en la capital del país, Yakarta, situada a más de 400 kilómetros del epicentro.
"No generalizado"
El Centro de Advertencias de Tsunamis en el Pacífico, con sede en Hawai, Estados Unidos, dijo que es improbable que ocurra un maremoto destructivo generalizado, según informó la agencia de noticias Reuters.
Sin embargo, advirtió que podrían ocurrir pequeños maremotos cerca de las islas indonesas de Java y Sumatra y de las australianas Islas Cocos e isla Christmas.
La Agencia Meteorológica de Japón hizo una advertencia similar.
Por su parte, India alertó a los vecinos de las áreas costeras de las islas Andaman y Nicobar, situadas cerca de Indonesia.
Anillo de Fuego
La zona, ubicada en el llamado "Anillo de Fuego" del Pacífico, es escenario de una gran actividad sísmica.
Hace casi dos meses, el 27 de mayo, un terremoto de 6,3 grados mató a unas 6.000 personas cerca de la ciudad javanesa de Yogyakarta.
En diciembre de 2004, un maremoto originado frente a la costa noroeste de Sumatra provocó alrededor de 250.000 muertes en el sudeste asiático.