Mayra Díaz en una visita a Estocolmo, durante una manifestación por los derechos humanos en Cuba .
MAYRA DÍAZ, ORLANDO, FLORIDA
Soy ciudadana de Estados Unidos nacida en Cuba. Mi padre tuvo que escapar y entrar a este país ilegalmente porque estaba contra el gobierno de Fidel Castro.
 |
Si mi padre no hubiera escapado lo hubieran fusilado o hubiera cumplido 25 años de cárcel
|
Si no hubiera escapado lo hubieran fusilado o hubiera cumplido 25 años de cárcel como compañeros de él.
Gracias a este acto arriesgado, yo vine a este país a los cuatro años y me crié y eduqué con libertad.
El hecho que una persona entre en este o cualquier país ilegalmente no lo hace un delincuente. Al contrario, las personas arriesgan sus vidas y trabajan en empleos que otros no quieren porque son bajo condiciones a veces subhumanas y con poco salario.
 |
Las personas arriesgan sus vidas y trabajan en empleos que otros no quieren porque son bajo condiciones a veces subhumanas y con poco salario
|
Pero están dispuestas a hacerlo por sus hijos para que tengan mejores oportunidades de estudio y de vida.
Todo esto nace por el 11 de septiembre. Las personas que planificaron esos actos horrendos tenían pasaportes y visas porque tenían dinero y contactos, ya venían con sus planes desde sus países.
Aunque esto parezca demasiado generalizado, todavía no he conocido a un inmigrante promedio con planes o vínculos terroristas.
"Vuelos de la libertad"
Cuando Fidel Castro triunfó en el poder, muchas personas lo habían apoyado por las promesas que hizo. Pero no había pasado mucho tiempo, cuando las personas se comenzaron a dar cuenta que prometía una cosa pero estaba mirando otra. Las personas que decidieron protestar - los contrarrevolucionarios - fueron identificados y los maltrataban, mataban o cumplieron décadas en las cárceles del nuevo régimen.
 |
Mi padre trabajó en lo que se le presentara. De ahí se traslado a Nueva Jersey en busca de mejor empleo. Lidiar con el invierno y las nevadas acostumbrado a otro clima, no fue fácil. Durante este tiempo, mi padre trabajaba y luchaba por reclamar a mi madre y a mi
|
A mi padre Ramón, lo habían identificado y tuvo que escapar de Cuba en el 1962 con sólo un bote de remo, una brújula, una botella de agua y mi primo acompañándolo. Llegaron a Islamorada, en los cayos al sur de Florida, deshidratados. Fueron atendidos por unos marineros que los vieron llegar.
En Miami buscaron a nuestros familiares que habían llegado primero. Mi padre trabajó en lo que se le presentara. De ahí se traslado a Nueva Jersey en busca de mejor empleo. Lidiar con el invierno y las nevadas acostumbrado a otro clima, no fue fácil. Durante este tiempo, mi padre trabajaba y luchaba por reclamar a mi madre y a mi.
Gracias a los "vuelos de la libertad" durante la presidencia de Lyndon B. Johnson - mi madre y yo pudimos venir a los EE.UU. Llegamos en abril de 1966, yo tenía cuatro años - más de tres años sin ver a mi padre - fue fuerte para mi volver adaptarme a la vida con mi padre.
Al fin nos ubicamos en New Jersey en el condado de Hudson en la cuidad de Union City. Aquí mi padre (gracias a otro primo), se colocó en el Hotel Plaza de Manhattan. Ahí estuvo empleado hasta que se jubiló.
Si las leyes hubieran sido diferente en ese momento, tal vez hubiéramos estado muchos años sin recibir residencia y después ciudadanía. No todo el mundo puede entrar en este país legalmente con papeles. A veces las circunstancias de la vida nos obligan abandonar nuestros países para luchar por un futuro mejor para nosotros y nuestros seres queridos
