Las recientes manifestaciones se tornaron violentas.
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El gobierno de Sri Lanka firmó un acuerdo con los rebeldes Tigres Tamiles, por el cual compartirán la ayuda internacional que llega tras el tsunami de diciembre pasado.
Lo que en un principio podría tratarse de una medida auspiciosa ha generado polémica entre grupos nacionalistas.
El Frente de Liberación Popular (FLP) organizó violentas protestas que impidieron un debate parlamentario sobre el tema.
El plan busca una distribución equitativa de la ayuda en todas las zonas afectadas, inclusive las dominadas por los rebeldes.
Pero los nacionalistas del FLP temen que los Tigres Tamiles aprovechen la oportunidad para crear un Estado Tamil independiente, algo por lo que luchan desde hace más de 20 años.
Sri Lanka recibió unos US$3.000 millones en ayuda.
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El acuerdo fue logrado por los mediadores de paz noruegos, y sólo falta la firma de los rebeldes para concretarlo.
El llamado "Mecanismo Conjunto del Tsunami" prevé un reparto equitativo de unos US$3.000 millones.
Los nacionalistas abandonaron la coalición de gobierno debido a esta decisión y de acuerdo a la corresponsal de la BBC en Colombo, Dumeetha Luthra, la presidenta Chandrika Kumaratunga enfrenta divisiones y malestar dentro de su propio partido.
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Desastre en Asia
