Estados Unidos llamó a consultas a su embajadora en Damasco y advirtió al gobierno sirio que las relaciones entre ambos países se están deteriorando tras el asesinato del ex primer ministro libanés, Rafik Hariri.
Scobey entregó una carta con un duro mensaje de EE.UU. al gobierno sirio.
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Antes de abandonar territorio sirio, la embajadora Margaret Scobey entregó una carta con un duro mensaje en el que Washington expresa su "profunda preocupación" por el atentado.
En conferencia de prensa, el portavoz del Departamento de Estado, Richard Boucher, explicó que el llamado a consultas de la diplomática en Siria obedece a que Damasco "no provee seguridad a Líbano".
Boucher condenó el ataque y lo calificó como un "incidente horrible".
Por su parte, la secretaria de Estado de EE.UU., Condoleezza Rice, explicó que el gobierno estadounidense no está señalando culpables.
Sin embargo, aseguró que la presencia de las fuerzas sirias han provocado la desestabilización del Líbano.
Rice manifestó su esperanza de que Siria trate de mejorar sus relaciones.
El retiro de tropas
Previamente, el secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, dijo que debe avanzarse más en el retiro de tropas sirias de Líbano.
En Beirut reina una "tensa calma", con intensos patrullajes en las calles.
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Annan dijo a la prensa que recientemente envió al presidente de Siria, Bashar al-Assad, una carta instándolo a cumplir con la resolución 1559 de la ONU, la cual exige poner fin a la intervención extranjera en Líbano y el retiro de las fuerzas de otros países.
Siria tiene más de 10.000 solados desplegados allí.
El ministro del Interior libanés, Suleiman Franjieh, informó que las primeras investigaciones sobre el atentado que le costó la vida a Hariri indican que se trató de un atacante suicida.
Las autoridades de Líbano pusieron al ejército en alerta.
Fuentes militares señalaron por medio de un comunicado que se ha "ordenado una movilización general de todas las unidades del ejército y elevado al nivel máximo su estado de alerta" para "salvaguardar la estabilidad".
Tensa calma
Se informó que en Beirut reina una "tensa calma", con intensos patrullajes y el establecimiento de puestos de control, mientras se observan tres días de duelo oficial por la muerte del ex premier.
La muerte de Hariri fue un golpe duro para los libaneses.
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Escuelas, bancos y negocios permanecen cerrados, mientras que en las mezquitas ya han comenzado las plegarias de duelo.
"Lo que es más impresionante es la soledad de las calles, la gente tiene miedo", señaló a la BBC el periodista Tomás Alcoberro, desde Beirut.
El atentado del lunes causó, además, la muerte de al menos otras 13 personas y dejó unos 120 heridos, entre ellos varios integrantes de la comitiva de Hariri.
"Señor Líbano"
Hariri, de origen musulmán sunita, gobernó con respaldo sirio de 1992 a 1998 y de 2000 a 2004.
Su renuncia, por diferencias con el presidente pro sirio Emile Lahoud, sacudió al ámbito político libanés.
Recientemente había criticado abiertamente la presencia militar de Siria en el país.
Según el corresponsal de la BBC, la muerte del ex premier conmocionó a la población, temerosa de la reanudación de la guerra civil que devastó Líbano en la década del 80.
El funeral de Hariri está previsto para el miércoles. Se informó que su familia ha rechazado cualquier presencia del actual gobierno en la ceremonia.
Siria en la mira
Los partidarios de Hariri responsabilizaron al gobierno sirio por el atentado y exigieron la renuncia del presidente libanés.
Manifestantes furiosos atacaron con piedras e intentaron incendiar las oficinas locales del partido oficialista pro sirio Baath.
Algunos libaneses ven a Siria como un poder de ocupación hostil.
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Damasco negó rotundamente las acusaciones. El presidente sirio, Bashir al-Assad, describió el asesinato de Hariri como un terrible "acto criminal".
Asimismo, respaldó la petición hecha por el presidente francés, Jacques Chirac, para que se lleve a cabo una investigación internacional.
Israel también negó cualquier participación, al tiempo que Estados Unidos condenó el atentado como un "brutal asesinato".
Washington reclamó, además, que se le permita a Líbano construir su futuro político sin violencia y sin injerencias de Siria.
Hasta ahora no hay pistas de los responsables del atentado, aparte de un grupo desconocido llamado "Victoria y Yihad en los países de la Gran Siria" (es decir, Jordania, Líbano, Siria y Palestina) que se atribuyó la autoría del ataque a través de un video transmitido por la cadena qatarí al- Jazeera.
El grupo justificó el atentado por la estrecha relación que Hariri mantenía con el gobierno saudita.
La policía libanesa identificó al hombre que apareció en el video como Ahmed Abu Adas, quien al parecer es de origen palestino y vivía en Beirut.