Finalmente despegó el vuelo 223 de British Airways entre Londres y Washington, cancelado los dos días anteriores por razones de seguridad.
Hubo pocas quejas de los pasajeros.
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El avión salió del aeropuerto de Heathrow a las 18.20 GMT, después de otras tres horas y veinte minutos de chequeos.
Los 268 pasajeros fueron registrados y llevados a la aeronave uno por uno, bajo la vigilancia de policías armados y perros policía.
Los detectives interrogaron a algunos de los pasajeros y la lista completa fue revisada una vez más por autoridades estadounidenses antes de que se diera la autorización de despegue.
El reportero de la BBC Andy Tighe, quien se encuentra a bordo del avión, informó que los pasajeros y la tripulación expresaron su aprobación hacia los estrictos procedimientos de seguridad.
El corresponsal afirmó que, sorprendemente, ha habido muy pocas quejas respecto al retraso del vuelo.
"Antes del despegue el piloto le aseguró a los pasajeros que estaban en el avión más seguro sobre todo el océano Atlántico", expresó.
Razones de seguridad han impedido también la salida del vuelo 263 de British Airways de Londres a la capital de Arabia Saudita, Riyad.
La línea aérea está estudiando la posibilidad de reestablecer el servicio el lunes.
El ministro de Transporte del Reino Unido, Alistair Darling, declaró que estos vuelos habían sido cancelados debido a "información específica".
La seguridad se incrementó en Heathrow
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El funcionario declaró a la BBC que los gobiernos británico y estadounidense tenían datos parecidos y actuaron en consecuencia.
Fuentes de seguridad dijeron la BBC que creen que el vuelo entre Londres y Washington fue aplazado debido a la sospecha de que un supuesto terrorista planeaba secuestrar el avión y estrellarlo contra un objetivo en Washington.
Otros informes publicados en la prensa estadounidense hablan de que la tripulación expresó reservas a volar con agentes de seguridad armados a bordo.