Un grupo de 23 efectivos de la aviación de Japón, que forman parte de una avanzada de 40 militares de ese país, partieron este viernes hacia el Medio Oriente en dos vuelos comerciales.
Los soldados participarán en labores humanitarias y de reconstrucción.
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Su misión: allanar el camino para un contingente de unos 1.000 soldados de las fuerzas de autodefensa de Japón, que comenzarán a llegar a territorio iraquí a comienzos del año entrante.
"Hemos hecho la mejor planificación posible, y creo que estamos preparados para la misión", declaró Yasuo Fukuda, funcionario del gobierno de Tokio.
Estas fuerzas, que viajan sin fines bélicos, se harán cargo en Irak de proyectos de suministro de agua a la población, reconstrucción de infraestructura pública y mejora de los servicios médicos y educativos.
Los primeros efectivos japoneses viajaron a Kuwait y Qatar con el fin de evaluar la situación de la seguridad en el territorio iraquí antes del despliegue principal en suelo iraquí.
Operación inicial
Desde esos estados del Golfo Pérsico, estarán a cargo de los preparativos para recibir a otros 276 integrantes de la fuerza aérea de Japón, que enviarán suministros médicos y alimentarios desde bases kuwaitíes hasta Irak.
Posteriormente, entre febrero y marzo de 2004, más de 500 soldados de infantería que serán desplegados en el sur del país.
Se trata de la mayor operación de tropas japonesas en el extranjero desde la Segunda Guerra Mundial.
La oposición y un amplio sector de la opinión pública de Japón se han manifestado en contra de la medida, que fue aprobada el 9 de diciembre por el gabinete del primer ministro, Junichiro Koizumi.
Aparte del envío de tropas para labores humanitarias y de reconstrucción, Japón ha ofrecido US$1.500 millones en ayuda para el año próximo, además de US$3,500 millones en préstamos entre 2005 y 2007.
De todas las potencias económicas occidentales, sólo Estados Unidos ha comprometido un monto mayor de asistencia financiera para la reconstrucción del Irak de la posguerra.