Roma sembró dudas en el Manchester United y sueñan con las semifinales.
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José Mourinho probó el amargo sabor de su receta. Con un fútbol práctico, sin lujos y de mucha fuerza, el Valencia empató 1-1 en Stanford Bridge dejando a los campeones de la Liga Premier heridos.
Pero si en Londres se vivió una fiesta de fútbol, más por intensidad que por calidad, en la capital italiana la violencia volvió a ser protagonista.
Roma consiguió un importante triunfo 2-1 sobre Manchester United, pero los enfrentamientos antes, durante y después del partido eclipsaron la noche.
Ambas aficiones se enviaron bengalas y el temor a estampidas, justo después de los goles, hizo actuar a la policía, que reprimió a los simpatizantes usando la fuerza.
Aficionados del Manchester United y la policía italiana se enfrentaron dentro y fuera del estadio.
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La expulsión de Paul Scholes en la primera parte y el posterior gol de Taddei para los locales hizo estallar al sector de la afición del Manchester United, que durante varios minutos se enfrentó a efectivos del cuerpo de seguridad del estadio.
En el complemento, Rooney logró el empate parcial, pero Vucinic dio cifras definitivas al partido.
Un gol y a cobrar
La noche en Londres se enfocó en el fútbol sobre el terreno de juego. Chelsea se vio sorprendido por el planteamiento que ofreció el Valencia sobre el terreno de juego.
Silva marcó un impresionante gol para dar alas al Valencia.
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Una intensa presión sobre el balón y rápido desdoblamiento por las bandas inquietó la portería del Chelsea, que sintió la estocada con el potente disparo de Silva.
Con el uno a cero abajo, José Mourinho replanteó su estrategia sobre la cancha. Chelsea aumentó una velocidad en el complemento y el Valencia presionó el freno.
El resultado, el gol de Didier Drogba tras un fallo en la entrega del portero Santiago Cañizares.
Chelsea tuvo oportunidad de desnivelar el marcador, pero no tuvo puntería para enviar el balón al fondo de la red.
Al final 1-1, resultado negativo según declaró a BBC Deportes José Mourinho.
"No creo que es bueno. Para un equipo que juega en casa un buen resultado es ganar, pero no es definitivo. Será difícil en Mestalla porque tendremos que ganar y no es fácil ganar allí, pero no es imposible", advirtió el técnico lusitano.