El gobierno de Estados Unidos anunció este domingo una serie de medidas de emergencia para apuntalar la confianza de las atribuladas financieras hipotecarias más grandes del país: Fannie Mae y Freddie Mac.
El Departamento del Tesoro dijo que elevará temporalmente el límite de la línea de crédito para estos bancos y, de ser necesario, compraría acciones de estas compañías privadas patrocinadas por el gobierno.
Por su parte, la Reserva Federal (el banco central de Estados Unidos) dijo que también estaba lista para brindar asistencia e indicó que ambas empresas podrían acceder a préstamos de emergencia en su ventanilla de descuento.
Las medidas necesitan la aprobación del Congreso.
Las medidas muestran que estos bancos son demasiado importantes como para dejarlos que colapsen.
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"(Su) continua fortaleza es importante para mantener la confianza y estabilidad en nuestro sistema financiero y nuestros mercados financieros", dijo el secretario del Tesoro, Henry Paulson, en un comunicado.
"Por lo tanto, debemos tomar medidas para afrontar la actual situación, de manera de movernos hacia una estructura regulatoria más fuerte", agregó.
Las acciones de Fannie Mae y Freddie Mac perdieron casi la mitad de su valor en la bolsa de Nueva York la semana pasada, avivando temores por su futuro financiero.
Impacto inmediato
El corresponsal de la BBC en Nueva York, Greg Wood, dice que las medidas muestran que las autoridades sienten que estos bancos son demasiado importantes como para dejarlos que colapsen.
Además, Wood observa que este plan de emergencia busca apaciguar los temores de que las dos compañías se están quedando sin dinero.
Los efectos del anuncio se hicieron sentir inmediatamente.
El dólar subía frente al euro y al yen luego de la noticia, que fue anunciada antes de que el lunes se haga una venta clave de notas a tres y seis meses de Freddie Mac por US$3.000 millones.
Los futuros de acciones de Estados Unidos también se disparaban ante la evidencia de un apoyo del gobierno, luego de una semana agitada en Wall Street.
El presidente de Fannie Mae, Daniel Mudd, dijo en un comunicado que la firma tenía reservas de capital más que adecuadas y que gozaba de acceso a los mercados de capitales, aunque aclaró que la posibilidad de tener acceso provisional a liquidez mejoraría la confianza del mercado.
Fannie Mae y Freddie Mac compran hipotecas a las empresas que financian compras de viviendas y las empaquetan en valores
garantizados que luego venden en todo el mundo, lo que permite abastecer con mayores recursos el mercado hipotecario.
Ambas son dueñas o garantes de casi la mitad de la deuda en hipotecas del país, que asciende a US$12 billones.
Ambas firmas juegan un papel vital en el mercado inmobiliario estadounidense, que padece su mayor crisis desde la Gran
Depresión de los años 30.