Según el fiscal, Kerviel dijo que actuó con el fin de brillar como corredor y obtener jugosos bonos.
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La justicia francesa inició una investigación formal por supuesto fraude contra Jérôme Kerviel, el operador bursátil en el centro de la investigación sobre las pérdidas en el banco francés Société Générale.
Tras dos día de interrogatorio el fiscal encargado del caso, Jean-Claude Marin, señaló que Kerviel admitió que ocultó sus operaciones.
Sin embargo, añadió que el sospechoso del mayor fraude financiero de la historia escondió sus acciones para "mostrarse como un corredor excepcional y conseguir bonos más altos".
Marin dijo que pedirá al juez encargado del caso que el corredor sea detenido preventivamente.
La semana pasada Société Générale reveló una pérdida de cerca de US$7.000 millones, responsabilizando de la situación a Kerviel.
El banco dijo que el corredor apostó US$73.000 millones antes de ser descubierto.
Según el banco, Kerviel, de 31 años, falsificó documentos y robó códigos informáticos de acceso para cubrir sus actividades, valiéndose de su experiencia previa en la unidad de monitoreo de la entidad.
Mientras tanto, los abogados de Kerviel dijeron que su cliente "no cometió actos deshonestos".
"Pantalla de humo"
Los abogados de Kerviel señalaron a la agencia de noticias francesa AFP que su cliente "no malversó ni un centavo y no recibió ningún beneficio".
Agregaron que dos semanas antes de ser descubierto Kerviel estaba, de hecho, logrando ganancias con esas operaciones no autorizadas y acusaron al banco de intentar montar "una pantalla de humo que desviaría la atención del público de pérdidas mucho más sustanciales".
Sin embargo, el banco sostiene que es víctima de Kerviel, a quien acusó de usar "métodos fraudulentos".
En declaraciones a la radio francesa el director ejecutivo de Société Générale, Daniel Bouton, señaló que "este fraude fue cometido por un gran disimulador".