El gobierno del Talibán controlaba mejor la producción de drogas en Afganistán que cualquier otro gobierno contemporáneo, según sugiere la investigación de una universidad británica.
La producción global de heroína se redujo en un 65% gracias al Talibán.
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Las medidas tomadas por los talibanes, que fueron derrocados en diciembre de 2001 por una coalición internacional encabezada por Estados Unidos, eran "las más efectivas" de todas las políticas de control de drogas, concluyó en su estudio el criminalista Graham Farell de la Universidad de Loughborough, en el Reino Unido.
Durante la década de los 90, Afganistán era la principal fuente de heroína ilícita del mundo pero, según el informe, la embestida de Talibán contra las drogas resultó en una reducción del 65% en la producción de ese alcaloide en el mundo, en 2001.
Sin embargo, tal resultado se logró a través de métodos draconianos que no podrían ser utilizados en otras partes, advierte el informe.
Bases
Gran parte de la producción de heroína afgana entraba ilegalmente en los países Occidentales y en los vecinos Pakistán e Irán.
Las medidas del Talibán han sido las más efectivas.
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A partir de julio de 2000 y hasta que fue derrocado, más de un año después, el gobierno del Talibán prohibió que se cultivaran amapolas -de donde se saca la goma del opio crudo y se refina la heroína.
Según el profesor Farrell, los métodos de los talibanes eran efectivos gracias a la forma en que se adoptaban, "con técnicas relativamente simples: la amenaza de erradicación y severos castigos".
Las comunidades locales y los dirigentes religiosos estaban obligados a hacer efectivas las medidas ordenadas por el gobierno de Kabul y podían ser castigados si se descubría que alguien estaba cultivando amapolas en el área.
A los campesinos que se negaban a obedecer se les pintaba la cara de negro y los enviaban a la cárcel. En casos extremos, los exhibían en las calles.
Según el estudio, los cultivos de amapolas en la región controlada por el Talibán casi desaparecieron.