La aerolínea nacional de Francia, Air France, y la holandesa KLM anunciaron planes para formar una empresa conjunta que los convertirá en una de las mayores del mundo.
Ambas firmas aseguraron que la unión de las dos aerolíneas beneficiará a sus clientes, accionistas y empleados.
Air France y KLM mantendrán sus identidades empresariales por separado; además, por primera vez, el gobierno de Francia controlará menos del 50% de las acciones su aerolínea nacional.
La decisión de unficarse se vio complicada en las últimas semanas por el deseo de Alitalia de participar en una fusión estratégica con Air France y KLM, a pesar de no haber sido incluida en las negociaciones.
Aún así, sin la participación de la firma italiana, la nueva compañía se convertirá en la principal de las aerolíneas europeas y una de las mayores del mundo.
Esto, probablemente obligará a otras empresas aéreas a buscar socios más allá de las fronteras del Viejo Continente.
Mano a mano
Según el acuerdo propuesto, KLM y Air France quedarán bajo el mando de una sola compañía, con el 80% de las acciones en manos de los accionistas de Air France.
KLM, que ha tenido graves dificultades financieras desde hace tiempo, ya había tratado varias veces de unirse a British Airways, y se retiró a último momento de un acuerdo con Alitalia en 2000.
Las negociaciones con Air France, la segunda aerolínea más grande de Europa, tomaron más de un año.
Identidades separadas
Las aerolíneas mantendrán sus identidades separadas debido a los acuerdos bilaterales de aviación entre sus gobiernos y otros países que precisan los lugares a los que las aerolíneas pueden volar.
Una fusión total podría conllevar la pérdida de rutas regionales e internacionales, así como de derechos de aterrizaje en algunos aeropuertos europeos.
La Comisión Europea logró un mandato para negociar con Estados Unidos para reemplazar todos esos acuerdos transatlánticos bilaterales con un único acuerdo pan-europeo, y los analistas anticipan que si se logran modificar las reglas, habrá más fusiones.